El mercado se encuentra en fase de corrección, con las bolsas americanas cayendo a doble dígito en el conjunto del año. Los motivos de fondo tras esta corrección se encuentran en la elevada inflación, el estallido de la guerra de Ucrania y la nueva postura de los bancos centrales. No hay que olvidar que la Fed ha iniciado una senda agresiva de subidas de tipos para combatir el aumento del IPC, generado en parte por el gran volumen de masa monetaria creado para combatir la crisis pandémica.
Sin embargo, ahora hay que mirar ya a la segunda mitad del año, que generalmente e históricamente se ha comportado mejor en los mercados por motivos fiscales. Ya que muchos inversores y ahorradores aprovechan el cierre del año fiscal para hacer aportaciones a los vehículos de ahorro y así reducir su factura impositiva en el siguiente curso.
La inflación
La inflación volverá a ser la principal clave del mercado. Los expertos esperan que se toque techo en los meses de verano y que después comience a reducirse. Además, también se espera que se noten los efectos de la primera subida de tipos por parte de la Reserva Federal, algo que suele tardar unos seis meses. El mejor escenario sería una reducción acelerada de la inflación; el peor, que siguiera siendo elevada o se mantuviera en aumento.
Crecimiento
Por otro lado, el riesgo de recesión es latente y el crecimiento se está viendo mermado. En Estados Unidos la recesión técnica está prácticamente asegurada, pero queda por ver la profundidad de la misma con motivo de la reducción del gasto público y del endurecimiento monetario, que a priori podrían ser buenos para la economía en el medio y largo plazo. Sin embargo, una recesión en Europa sería más preocupante, ya que es una economía con un menor dinamismo que la americana.
Gas
En Europa, el invierno se presenta complicado con esos posibles racionamientos en el consumo del gas y con la amenaza de los cortes de suministro que puede aplicar Rusia. Algo que elevaría la factura eléctrica de los hogares, el precio del gas tendría efecto en la inflación y, además, afectaría a los márgenes de las compañías. El peor escenario sería el del corte del suministro y los precios desorbitados. El mejor, sería el encontrar una alternativa para mitigar la dependencia rusa.
Petróleo
Por último, el barril de Brent también ha sido un acicate para que la inflación se mantuviera elevada y creciera más en los últimos meses. Los vetos a Rusia y la falta de inversión en infraestructura petrolíferas por parte de los países productores hacen pensar que el precio del barril se mantenga elevado. Aunque, una contracción de la economía puede jugar a favor de la reducción de los precios al haber una menor demanda.
Estas son las cuatro principales claves que pueden marcar el ritmo de los mercados en los próximos meses y en la recta final del año, además de condicionar las decisiones que tomen los bancos centrales. Aunque, también hay otras claves de menor importancia que jugarán un papel importante como los resultados empresariales o el consumo de los hogares.
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