Las grandes marcas de moda española respiran aliviadas. Inditex (BME:ITX) y Puig (BME:PUIG), dos pesos pesados del IBEX 35, han visto cómo sus acciones suben tras una tregua inesperada: Estados Unidos y China han acordado pausar su guerra comercial durante 90 días. Un respiro temporal, sí, pero lo suficiente para mover el termómetro de los mercados y despertar nuevas preguntas sobre el papel de la moda en el ajedrez geopolítico.
Lo que sucedió
El acuerdo entre Washington y Pekín para detener, al menos por 90 días, su escalada arancelaria ha disparado el optimismo en las bolsas europeas. Las acciones de Inditex y Puig reaccionaron rápidamente, con subidas que reflejan la sensibilidad del sector moda ante cualquier viento a favor en el comercio global.
En concreto, Inditex experimentó un repunte del 2,1 % en la jornada, mientras que Puig, más reciente en el parqué, avanzó un 1,8 %. Ambas compañías tienen una importante exposición internacional, por lo que cualquier mejora en las condiciones de comercio exterior se traduce casi de inmediato en valor bursátil.
Esta tregua comercial implica la suspensión temporal de nuevos aranceles y la reapertura de conversaciones entre las dos mayores economías del mundo. Aunque no se han eliminado barreras anteriores, la pausa es vista como una señal de distensión que podría evitar mayores daños al comercio global.
El contexto es clave: tanto Inditex como Puig dependen de cadenas de suministro globalizadas y mercados diversificados. Cualquier atisbo de normalización entre EE.UU. y China reduce el riesgo operativo para firmas que necesitan estabilidad para planificar su producción y distribución.
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Por qué es importante
La subida de Inditex y Puig no es solo una cuestión de porcentajes: es una señal clara de cuánto dependen estas compañías de un entorno comercial predecible. Analistas citados en la prensa señalan que el acuerdo alivia el temor a una nueva ola de aranceles que habría encarecido materias primas, transporte y distribución global.
Además, esta reacción positiva se enmarca en un año en que los inversores han mostrado una creciente aversión al riesgo geopolítico. En ese contexto, el gesto de distensión entre EE.UU. y China se interpreta como una tregua más psicológica que estructural, pero suficiente para reactivar el apetito por acciones cíclicas como las de moda y lujo.
El movimiento también destaca el renovado protagonismo de Puig, que tras su reciente salida a Bolsa comienza a entrar en el radar de inversores institucionales. Su reacción paralela a la de Inditex indica que el mercado ya la percibe como un jugador global cuya cotización responde no solo a factores locales, sino a tensiones macroeconómicas internacionales.
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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