Iberdrola (OTC:IBDRY) ha presentado sus resultados anuales con un beneficio neto de 5.612 millones de euros, lo que representa un aumento del 17% respecto al año anterior. Este crecimiento ha sido impulsado por el sólido desempeño de sus negocios en España, Reino Unido y Brasil, así como por la expansión en energías renovables y redes eléctricas. Además, la compañía ha anunciado un incremento del 15% en su dividendo, alcanzando los 0,55 euros por acción.
Lo que sucedió
Según Finanzas.com, Iberdrola ha cerrado 2024 con un beneficio neto de 5.612 millones de euros, un 17% más que en 2023, cuando registró 4.339 millones. Sus ingresos totales ascendieron a 45.430 millones de euros, con un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 14.417 millones, un 8% superior al del año anterior. La compañía ha atribuido este crecimiento al buen desempeño de sus redes eléctricas y a la mayor producción de energías renovables.
El negocio en España generó un EBITDA de 3.450 millones de euros, impulsado por la mejora en generación y clientes, aunque con un impacto negativo por la bajada de los precios de la electricidad. En Reino Unido, el EBITDA alcanzó los 2.572 millones, un 30% más que el año anterior, debido a mayores inversiones en redes eléctricas y renovables. En Brasil, el EBITDA creció un 17%, situándose en 2.000 millones de euros, gracias a la expansión de la infraestructura de transmisión.
Iberdrola ha aprobado un dividendo de 0,55 euros por acción, un 15% más que el año pasado. Esto incluye un pago complementario de 0,31 euros en julio de 2024, sumado a los 0,25 euros ya abonados en enero. Además, la empresa ha reducido su deuda neta en un 4,5%, situándola en 40.300 millones de euros, fortaleciendo su posición financiera.
A pesar de la volatilidad en los mercados energéticos, Iberdrola ha mantenido un flujo de caja operativo sólido de 11.000 millones de euros. La compañía ha continuado con su plan de inversiones de 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025, con un enfoque en energías renovables y redes eléctricas, sectores clave para su crecimiento futuro.
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Por qué es importante
Ante estos resultados positivos, Iberdrola ha revisado al alza sus previsiones para 2025. Ahora espera que su beneficio neto crezca entre un 8% y un 10%, superando su estimación inicial del 5%. La compañía también ha elevado su proyección de flujo de caja operativo hasta los 12.000 millones de euros, lo que le permitirá financiar sus inversiones y mantener una retribución estable a los accionistas.
El crecimiento en redes eléctricas y renovables es clave en esta estrategia. En el primer semestre de 2024, Iberdrola ha alcanzado una capacidad renovable instalada de 41.250 MW, con 2.800 MW adicionales en construcción. Además, ha reforzado su presencia en mercados estratégicos como Estados Unidos y Brasil, donde prevé aumentar su inversión en infraestructura eléctrica.
El compromiso de la compañía con la transición energética también se refleja en su apuesta por la electrificación y la reducción de emisiones. Iberdrola ha mantenido su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2040 y planea seguir expandiendo su cartera de proyectos renovables. Con estos resultados, la empresa se consolida como un actor clave en el sector energético global, con una estrategia enfocada en sostenibilidad y crecimiento rentable.
Foto cortesía de Iberdrola
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