El cruce verbal entre Carlos Torres del BBVA (BME:BBVA) y César González‐Bueno de Banco Sabadell (BME:SAB) no es solo una disputa de palabras: es la escenificación de la tensión decisiva en una OPA de 17.000 millones de euros que puede redefinir el mapa bancario español. En un momento en que cada frase importa, las contradicciones entre ambos dirigentes abren grietas en la narrativa de la operación.
Lo que sucedió
Durante las últimas semanas, Torres y González‐Bueno ofrecieron sendas entrevistas en medios financieros donde defendieron posturas radicalmente opuestas frente a la oferta de adquisición.
Torres insistió en que es “poco probable” que BBVA quede por debajo del umbral del 50 % exigido, y calificó ese escenario como puramente “hipotético”. La línea del BBVA ha sido mantener ese mínimo como condición de éxito.
En cambio, González‐Bueno lo llamó “inalcanzable”, señalando que más del 40 % del capital de Sabadell está en manos minoristas que difícilmente aceptarán la oferta. Para él, el nivel del 50 % es una trampa.
Respecto de qué haría BBVA si no alcanza ese umbral, Torres afirmó que podría legalmente eliminar esa condición, pero que la intención no era seguir adelante; que la decisión dependería exclusivamente de sus intereses. En contraste, González‐Bueno anticipó que es muy probable que BBVA rebaje el mínimo y avance incluso con una aceptación en torno al 30 %.
También discreparon sobre la posibilidad de una segunda oferta en efectivo: Torres la descartó como poco atractiva (al mismo precio, meses después) y enfatizó que esperar no tiene sentido; González‐Bueno, en cambio, defendió que esperar podría ofrecer condiciones superiores y menores implicaciones fiscales para los accionistas.
Por último, sobre el grado de aceptación actual, Torres reconoció que no hay claridad, pero sostuvo que las indicaciones con accionistas apuntan a una mayoría que aceptará. González‐Bueno contraatacó: según sus cuentas, la aceptación minorista hasta ahora es inferior al 1 %, pues muchos accionistas prefieren mantener sus acciones ante la expectativa de una oferta futura.
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Por qué es importante
Las contradicciones van más allá del espectáculo verbal: revelan una batalla por controlar la narrativa entre el agresor y el defendido. Cada argumento que logre convencer a los inversores, especialmente a los minoristas de Sabadell, puede inclinar la balanza.
Además, los mercados ya reaccionan: la oferta ha sido mejorada un 10 % y transformada en un canje íntegro de acciones para reducir el impacto fiscal.
Al mismo tiempo, el gobierno español ha impuesto condiciones duras: BBVA no podrá fusionarse operativamente con Sabadell al menos durante tres años, lo que limita los beneficios inmediatos de sinergia.
Por si fuera poco, el consejo del Sabadell mantiene su rechazo oficial a la oferta, aunque algunos accionistas relevantes, como el mexicano David Martínez, han salido públicamente a aceptar, rompiendo la unidad del frente opositor.
Las contradicciones de Torres y González‐Bueno reflejan que esta OPA no es solo financiera: implica cálculo político, presión pública y pugna por la percepción. Hay mucho en juego más allá del precio.
Imagen: JJFarq / Shutterstock.com
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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