Telefónica (BME:TEF) vive días intensos en el parqué. Desde que anunció su nuevo plan estratégico hasta 2030, que incluye un recorte del dividendo a la mitad, la acción no levanta cabeza. El desplome ronda ya el 16 % y muchos se preguntan si el suelo, ese punto de apoyo que detiene la caída, está cerca o si la operadora aún tiene más metros por descender.
Lo que sucedió
El castigo bursátil comenzó tras la presentación del plan que marcará el rumbo de Telefónica en los próximos años. Lejos de entusiasmar al mercado, el mensaje de prudencia y el recorte del dividendo provocaron un goteo de ventas que ha llevado al valor desde los máximos de agosto, en torno a los 4,9 euros, hasta los niveles actuales.
En este descenso, los analistas técnicos han empezado a trazar posibles líneas de contención. Josep Codina sitúa el primer soporte entre los 3,50 euros y los 3,60 euros, un rango que podría servir de amortiguador frente al pesimismo dominante. No obstante, advierte que si la presión vendedora se mantiene, el título podría incluso tantear los 3,50 euros.
Manuel Pinto, desde XTB, coincide en que la zona de 3,45 euros por acción es clave: ya ha funcionado como punto de rebote en el pasado y su pérdida podría agravar el escenario. “La ruptura de ese umbral marcaría un antes y un después”, señala, abriendo la puerta a descensos más profundos.
De hecho, tanto Pinto como Codina contemplan un escenario más sombrío si se rompen esos niveles: un viaje hacia los 3,20 euros o incluso los 3 euros. En cambio, si el soporte resiste, podría abrirse una fase lateral e incluso un modesto rebote hacia los 4 euros, aunque con la cautela por bandera.
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Por qué es importante
El debate no es solo técnico. El fondo de la cuestión está en la falta de catalizadores inmediatos para Telefónica. Según varios analistas, la compañía sigue atrapada en un entorno de negocio débil, con elevada competencia y márgenes ajustados. Las cifras recientes no han logrado convencer, y el ajuste del dividendo se interpreta como una señal de que la dirección prefiere la prudencia a promesas de rentabilidad a corto plazo.
Bankinter, por ejemplo, ha rebajado su recomendación desde “neutral” a “vender”, recortando su precio objetivo de 5 a 4 euros. El motivo: aunque la caída haya abaratado la acción, el potencial de recuperación a corto plazo es limitado. “No vemos catalizadores que impulsen una remontada sostenida”, apuntan desde la entidad.
A largo plazo, sin embargo, el horizonte se despeja ligeramente. El plan estratégico apuesta por reforzar la oferta tecnológica, mejorar el servicio a empresas y simplificar la estructura operativa. Una metamorfosis que podría tardar años, pero que, si se ejecuta bien, colocaría a Telefónica en una posición más sólida en el sector europeo de las telecomunicaciones.
Imagen: Shutterstock
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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