Ferrovial (BME:FER) ha encendido una mecha que otras cotizadas españolas no quieren dejar apagar. Su salto al Nasdaq no solo ha tenido recompensa bursátil, sino que ha sembrado una semilla de ambición en empresas como Acerinox (BME:ACX) y Oryzon Genomics (BME:ORY), decididas a mirar de frente al mercado más potente del mundo. Estados Unidos ya no es solo un destino comercial; es, cada vez más, una puerta de entrada al capital global.
Lo que sucedió
Ferrovial fue la pionera del movimiento. En 2023 trasladó su sede a Países Bajos y, meses después, inició su cotización en el Nasdaq, además de hacerlo en Ámsterdam. El objetivo era claro: acercarse a los inversores norteamericanos especializados en infraestructuras. Y la apuesta ha sido rentable, desde entonces, sus acciones se han disparado un 40 %.
Este caso ha animado a otras grandes del Ibex 35. Acerinox, por ejemplo, ya se ha subido al tren de la doble cotización. Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, ha reconocido que listarse en EE.UU. daría más visibilidad y liquidez al grupo. No es un capricho: la compañía ya genera casi el 80 % de su resultado operativo en el otro lado del Atlántico.
La reciente adquisición de Heynes en Estados Unidos refuerza esa estrategia. Acerinox no solo produce allí con su filial NAS, sino que amplía ahora su capacidad y huella comercial. Esta consolidación convierte al grupo en una de las pocas firmas españolas inmunes a los vaivenes de los aranceles comerciales.
Aunque aún en fase inicial, la dirección de Acerinox valora dos opciones: una doble cotización total, al estilo Ferrovial, o una vía más sencilla basada en sacar a bolsa solo su negocio estadounidense. En ambos casos, el foco es claro: ganar tracción en Wall Street.
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Por qué es importante
El mercado estadounidense no es solo grande; es determinante para sectores intensivos en capital, tecnología o investigación. Oryzon Genomics lo sabe bien. La biotecnológica ha subido un 100 % en lo que va de año y ha reforzado su músculo financiero con una ampliación de capital de 30 millones de euros el pasado abril. Todo ello con el objetivo de aterrizar en el Nasdaq.
¿Por qué allí? Porque su terapia para trastornos de la personalidad ya ha recibido respaldo de las autoridades regulatorias de EE.UU., lo que le allana el camino ante inversores especializados. En ese ecosistema, Oryzon podría encontrar no solo capital, sino también alianzas estratégicas y validación científica a gran escala.
La tendencia parece imparable. Desde un banco de inversión español apuntan que “los saltos a Wall Street, antes raros, serán cada vez más frecuentes”. El patrón es claro: compañías con negocio internacional o fuerte componente innovador se sienten cada vez más atraídas por la visibilidad y profundidad del mercado estadounidense.
Si Ferrovial abrió la puerta, Acerinox y Oryzon ya la están empujando. El viejo continente ofrece estabilidad, pero es en Wall Street donde se escucha el rugido del capital. Y las empresas españolas, con su vocación global, están empezando a bailar al ritmo de esa música.
Imagen: Shutterstock
Esta historia ha sido editada por Edgli Romero
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