La jornada bursátil del jueves arrancó con fuerza para BBVA (BME:BBVA). A los pocos minutos de abrir los mercados, sus acciones repuntaban más de un 5 %, situándose como el valor con mejor desempeño del Ibex 35. El catalizador de este rally fue doble: unas cifras semestrales sin precedentes y un ambicioso plan para premiar a sus accionistas de aquí a 2028. La buena sintonía también alcanzó a Banco Sabadell, en pleno proceso de opa por parte de BBVA, cuyas acciones subían más de un 3 % al calor del optimismo.
Resultados de récord y nueva hoja de ruta
La entidad presidida por Carlos Torres Vila anunció un beneficio neto atribuido de 5447 millones de euros en los seis primeros meses de 2025, un 9,1 % más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata del mejor primer semestre en la historia del banco, con un fuerte impulso de sus negocios en España y México.
Junto a estas cuentas, BBVA presentó una nueva estrategia a cinco años que apunta alto: prevé alcanzar unos beneficios acumulados de 48 000 millones de euros hasta 2028, con una rentabilidad media sobre capital tangible (RoTE) del 22 %, lo que lo consolidaría como uno de los bancos más rentables del continente.
Uno de los anuncios que más impacto generó fue el plan de remuneración al accionista. El banco prevé distribuir 36 000 millones de euros entre dividendos ordinarios (24 000 millones) y otras fórmulas como recompras de acciones o dividendos extraordinarios (12 000 millones), utilizando parte del exceso de capital que espera generar.
Este músculo financiero se basa en una generación estimada de 49 000 millones de euros en capital de máxima calidad (CET1) entre 2025 y 2028. De ese total, el 65 % se destinaría a retribuir al accionista y el 35 % restante a iniciativas de crecimiento, tanto orgánicas como inorgánicas.
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Por qué este movimiento es clave
El momento no podría ser más estratégico para BBVA. La entidad sigue inmersa en su intento de absorción de Banco Sabadell, una operación que aún debe sortear múltiples filtros regulatorios y resistencias políticas. Aunque el nuevo plan no contempla todavía los posibles efectos de esa fusión, la fortaleza mostrada refuerza su posición de partida y manda un mensaje claro: BBVA puede crecer y repartir sin comprometer su rentabilidad.
El objetivo de un RoTE del 22 % ha sido especialmente bien recibido por los analistas, que valoran la capacidad de generar valor incluso en un contexto de tipos de interés en descenso. Este nivel de rentabilidad lo coloca entre los líderes de la banca europea.
Por último, la cifra mágica de los 36 000 millones como recompensa a los accionistas no es menor. Refleja una voluntad decidida de fidelizar al inversor, reforzando el atractivo del valor en Bolsa. Además, el uso flexible de dividendos y recompras ofrece margen para adaptarse a diferentes escenarios de mercado, lo que añade robustez a la propuesta.
Imagen: cortesía de BBVA
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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