Las acciones de Banco Santander (BME:SAN) viven una fuerte corrección en la Bolsa española, con una caída del 7,37 % en la mañana de este lunes hasta los 5,089 euros por título. La entidad financiera acumula un retroceso cercano al 20 % en apenas tres jornadas, lo que borra de un plumazo las ganancias recientes. Este desplome devuelve la cotización del banco a precios no vistos desde principios de febrero. Pese al castigo, los analistas mantienen su confianza en el potencial alcista del valor.
Lo que sucedió
Banco Santander registra una fuerte caída en el mercado, retrocediendo un 7,37% en la sesión de este lunes y situando su precio en 5,089 euros. Este nivel no se veía desde el 4 de febrero, justo antes de la presentación de resultados anuales por parte de la entidad. La corrección encadena tres jornadas negativas consecutivas, en las que el banco ha perdido un 19,88% de su valor bursátil.
El desplome desde los máximos anuales alcanzados el 26 de marzo en los 6,661 euros alcanza ya el 23,60 %. A pesar de ello, los títulos aún acumulan una revalorización del 33,9 % desde sus mínimos de las últimas 52 semanas, cuando llegaron a cotizar en 3,80 euros el pasado 5 de agosto. Este contexto sitúa a Santander en una fase crítica de mercado a corto plazo.
Desde una perspectiva técnica, Banco Santander presenta un soporte de medio plazo en los 4,504 euros por acción y un soporte de largo plazo en los 4,256 euros. Las resistencias principales siguen estando en los 6,61 euros, que corresponden a los máximos recientes antes del retroceso. Este comportamiento técnico será clave para definir próximos movimientos.
A nivel fundamental, el consenso de mercado recogido por Reuters mantiene la recomendación mayoritaria de ‘comprar’. La reciente caída ha incrementado notablemente el potencial alcista, con un precio objetivo medio fijado en 6,64 euros por acción, lo que representa una revalorización del 30,47 % desde los niveles actuales. Además, Santander cerró 2024 con un beneficio récord de 12 574 millones de euros, un 14 % más que el año anterior.
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Por qué es importante
El retroceso de Banco Santander llega en un contexto en el que había elevado optimismo por los resultados obtenidos en 2024, con un crecimiento sólido en ingresos a nivel global. Este contraste entre resultados financieros positivos y la reacción bursátil genera dudas entre los inversores, pero también puede abrir oportunidades de entrada para perfiles más arriesgados. El reciente anuncio de un programa de recompra de acciones valorado en hasta 1587 millones de euros refuerza esta visión de valor.
El precio actual de las acciones se encuentra muy por debajo del consenso de analistas, que ven en el título un importante recorrido al alza. La corrección, aunque brusca, podría interpretarse como una pausa en la tendencia alcista iniciada meses atrás. El soporte técnico en niveles cercanos a los 4,50 euros será determinante para contener la presión vendedora y recuperar la confianza.
Además, el hecho de que la mayoría de los expertos mantenga la recomendación de ‘comprar’ a pesar del desplome refleja una visión estructuralmente positiva sobre la compañía. El contexto macroeconómico, los sólidos fundamentales del grupo y la política de retorno al accionista con dividendos y recompras de acciones siguen siendo factores clave que sustentan esta valoración.
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero.
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