El Ibex 35 continúa extendiendo el impulso de ayer y mantiene la zona clave de los 16.000 puntos en pleno arranque de una sesión que vuelve a ser de riesgo controlado: avances moderados, rotación interna clara (utilities, defensa e infraestructuras apoyando), y sin señales de euforia pese a los récords.
Lo que sucedió
El Ibex 35 vuelve a atacar la zona de los 16.000 puntos tras batir ayer su récord histórico de cierre en 16.000,2 puntos (+0,87 % al cierre del lunes 27 de octubre), superando así por primera vez el techo de la burbuja de noviembre de 2007. A media mañana en Europa (11:00 CET aprox.), el selectivo español cotiza en torno a los 16.006,8 puntos (+0,04 %), después de haber tocado un máximo intradía cercano a 16.054 puntos.
En paralelo, el resto de grandes índices europeos se mueve con variaciones moderadas:
- el DAX 40 alemán avanza hasta 24.308,8 puntos (+0,28 %),
- el CAC 40 francés suma un +0,16 % hasta 8.239,2 puntos,
- el Euro Stoxx 50 se sitúa en 5.693,9 puntos (-0,30 %),
- el FTSE MIB italiano asciende a 42.705 puntos (+0,51 %)
- y el FTSE 100 londinense opera prácticamente plano en 9.687,8 puntos (+0,01 %).
Según informó Bolsamanía, el índice español está en modo consolidación más que en modo ruptura: tras marcar ese máximo intradía por encima de 16.050 puntos, se mantiene estable ligeramente por encima de 16.000 con una subida inferior al medio punto porcentual. El sesgo sigue siendo alcista, pero lo relevante ahora es la confirmación del nivel y no tanto la aceleración del tramo.
En la parte alta del Ibex destacan Iberdrola, Indra y Acciona. En el lado débil, Repsol cede alrededor del 1 %. En el Continuo, Duro Felguera repunta con violencia después de que sus acreedores hayan respaldado el plan de reestructuración.
El tono internacional acompaña y alimenta el apetito de riesgo: Wall Street venía de renovar máximos históricos ayer (Dow Jones +0,7 %, S&P 500 +1,23 %, Nasdaq Composite +1,86 %), con los tres grandes índices cerrando en récord en la sesión del lunes 27 de octubre. El mercado estadounidense está cotizando un doble mensaje: esperanza de alivio en las tensiones comerciales EE. UU.–China antes de una cumbre prevista entre Donald Trump y Xi Jinping, y confianza en los resultados de los gigantes tecnológicos que publican esta semana (Alphabet, Microsoft, Meta, Amazon, Apple).
En Asia, el Nikkei 225 corrigió en torno a un 0,6 % tras marcar la víspera su primer cierre por encima de los 50.000 puntos — un hito histórico impulsado por la expectativa de estímulo fiscal bajo la nueva primera ministra Sanae Takaichi. El retroceso asiático llega en pleno viaje de Trump por la región, una gira que ha incluido Tokio y que desemboca esta semana en un cara a cara con Xi en el marco de una cita en Corea del Sur.
En la agenda inmediata, hoy arranca la reunión de dos días de la Reserva Federal (28-29 de octubre), con el mercado descontando prácticamente al 100 % un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de fondos federales mañana miércoles y, de paso, la señal de un sesgo más acomodaticio tras el enfriamiento del mercado laboral estadounidense y la caída de la inflación núcleo. Para el BCE, que se reúne este jueves 30 de octubre, el consenso es muy distinto: Christine Lagarde está en modo “pausa prolongada”, con tipos de depósito anclados en el 2,00 % por tercera reunión consecutiva y un mensaje de “estamos en un buen lugar” más que de nuevos recortes inmediatos.
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Por qué es importante
El retorno sostenido del Ibex 35 a la zona de 16.000 puntos ya no es solo un golpe de efecto técnico: confirma la salida de un rango histórico que llevaba 18 años bloqueando al selectivo en torno a los máximos de la burbuja inmobiliaria de 2007 (15.945-16.040 puntos). En lo que va de 2025 el índice se anota cerca de un 38 % de subida, lo que lo coloca entre los grandes ganadores globales del año: solo unas pocas plazas baten ese desempeño.
El liderazgo sectorial ha sido clave. La banca ha actuado como motor durante todo 2025, con subidas acumuladas de doble dígito alto en Santander, BBVA y Sabadell, pero el mayor rally individual del selectivo lo firma Indra, que se revaloriza más de un 190 % en el año y se ha convertido en proxy directo del incremento de gasto en defensa en España y en Europa, además de su agenda de consolidación en aeroespacial y sistemas. Solaria avanza en torno al 90 % largo en el ejercicio, reflejando la reapertura de flujos a renovables tras meses de castigo.
El margen para prolongar la racha depende ahora de catalizadores inmediatos y binarios: (1) la negociación comercial EE. UU.–China, que entra en fase crítica con el cara a cara Trump–Xi de esta semana y que incluye desde alivio arancelario hasta acceso a minerales estratégicos; (2) la decisión de la Fed mañana miércoles y el tono de Jerome Powell sobre el ciclo de recortes; (3) el BCE del jueves, donde Lagarde debe convencer al mercado de que la pausa en el 2 % es compatible con inflación contenida y sin riesgo de recesión severa en la eurozona; y (4) la batería de resultados tecnológicos de megacapitalización en EE. UU., que tiene capacidad para mover no solo al Nasdaq sino también a todo el complejo de IA, semiconductores y capex digital europeo.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
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