En un amanecer marcado por los nervios, los futuros de las bolsas europeas apuntan este jueves a una apertura a la baja, presionados por un nuevo repunte de las tensiones entre Estados Unidos e Irán. El IBEX 35 se mantiene plano en los 14.055 puntos, mientras que los futuros del DAX alemán retroceden un 0,75 %, los del CAC 40 un 0,47 % y los del Euro Stoxx 50 un 0,19 % (fuente: Estrategias de Inversión). El mercado se muestra escéptico pese al reciente acuerdo comercial entre EE. UU. y China, que, lejos de calmar los ánimos, ha sido recibido con reservas por parte de los inversores.
Lo que sucedió
Las tensiones geopolíticas han vuelto a colocar al mercado en alerta. El enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán ha escalado tras el fracaso en las conversaciones sobre el programa nuclear, lo que ha llevado a Washington a preparar evacuaciones parciales en sus embajadas en Irak, Bahréin y Kuwait. A esto se suma el aumento del precio del petróleo, que reacciona con sensibilidad a cualquier atisbo de conflicto en Oriente Medio.
Este giro de guion geopolítico ha neutralizado el breve alivio generado por el reciente pacto comercial entre EE. UU. y China firmado en Londres. Aunque el acuerdo mantiene los aranceles actuales (55 % para importaciones chinas en EE. UU. y 10 % en sentido contrario), incluye compromisos como la explotación limitada de tierras raras chinas y el acceso de más estudiantes chinos a universidades estadounidenses. Un gesto de distensión… que el mercado interpreta con recelo.
La firma definitiva del acuerdo aún está pendiente del visto bueno de Donald Trump y Xi Jinping, un matiz que añade más incertidumbre al tablero. Para los inversores, las promesas sin ratificación formal pesan poco. El temor es que este pacto sea otro fuego artificial sin efecto real a medio plazo. De ahí que, pese al titular positivo, las bolsas no hayan reaccionado con euforia.
En este contexto, el IBEX 35 se mueve sin grandes cambios mientras sus homólogos europeos registran caídas. La jornada promete ser de digestión lenta, con la atención dividida entre el plano político y el económico. Las referencias locales escasean, por lo que los inversores españoles miran con atención a lo que sucede más allá de sus fronteras. Y hoy, lo que llega de fuera no tranquiliza.
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Por qué es importante
El contexto de mercado amplifica los efectos de estas tensiones. Tras subir el miércoles, el precio del petróleo Brent — referencia en Europa — corrige este jueves un 0,6 %, un respiro mínimo ante la amenaza de un nuevo conflicto en una de las regiones clave para la producción global. Si el crudo vuelve a escalar, compañías intensivas en energía y sectores como el transporte podrían verse impactados de forma directa.
En paralelo, otros activos reaccionan como si estuviéramos ante una tormenta en ciernes. El oro, tradicional refugio en tiempos convulsos, sube un 1,5 % y se sitúa ya en los 3.395 dólares por onza. También el mercado de deuda refleja cautela: la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años cae hasta el 4,41 %, una señal de que los inversores prefieren asegurar antes que arriesgar.
En el mercado de divisas, el dólar se debilita frente a sus principales pares, mientras el euro gana fuerza y el cruce EUR/USD se eleva hasta los 1,153 dólares.
Foto: Shutterstock
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