Las empresas españolas están pisando el acelerador con la inteligencia artificial (IA). Tres de cada cuatro directivos ya están trabajando en proyectos, y casi dos tercios prevén aumentar su inversión en los próximos tres años. El Barómetro de la IA en España, impulsado por Siemens y Atlas Tecnológico, refleja una realidad vibrante: esta revolución digital no solo está en marcha, sino que avanza con una velocidad difícil de igualar. Las preguntas ya no son si ni cuándo, sino cómo, cuánto y a qué ritmo adaptarse.
Lo que sucedió
Según el primer Barómetro sobre la IA en España, elaborado por Siemens junto a Atlas Tecnológico, el 75 % de los directivos afirma estar desarrollando o aplicando estrategias de IA dentro de sus organizaciones. Este dato, recogido tras consultar a 220 altos cargos de empresas tecnológicas e industriales, evidencia que la tecnología ya no es solo promesa: es presente.
Además, el 61 % de los encuestados asegura que incrementará su inversión en IA en los próximos tres años. La percepción compartida es clara: esta tecnología no solo redefine procesos, sino que marca una ventaja competitiva decisiva. En palabras sencillas, quien no invierta, se queda atrás.
Las áreas más impactadas por la IA son las operaciones (24,5 %) y las tecnologías de la información (27 %). Esto se traduce en cambios tangibles en cómo se fabrica, se distribuye, se analiza y se decide. Como una corriente subterránea, la IA está reorganizando la forma en que fluye el trabajo dentro de las empresas.
Sin embargo, no todo es rodado: la falta de personal cualificado (23,6 %) y las dudas sobre el retorno de la inversión (19,7 %) se posicionan como los principales frenos. A eso se suman las preocupaciones sobre ciberseguridad (19,3 %). Es una carrera prometedora, pero no exenta de obstáculos.
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Por qué es importante
El 86 % de los altos mandos cree que la IA abre nuevas oportunidades de negocio. Esta percepción no se queda en el plano teórico: se trata de puertas que ya se están abriendo en logística, calidad, ventas y otros frentes donde la IA no solo acompaña, sino lidera. El impacto es transversal: desde cómo se diseñan productos hasta cómo se toman decisiones críticas.
La velocidad del cambio es la gran protagonista de este nuevo paradigma. Tal como se destaca en el Barómetro, la IA no se limita a optimizar, transforma. Los pequeños ajustes en algoritmos se traducen en mejoras exponenciales, haciendo que las máquinas superen al ser humano en tareas cada vez más complejas. Esta dinámica impulsa una necesidad urgente de adaptación cultural dentro de las empresas.
Además, el informe subraya la importancia de un enfoque holístico. La IA no es una herramienta aislada, sino un nodo en una red que incluye 5G, supercomputación, gemelos digitales y machine learning. Esta sinergia tecnológica potencia aún más su alcance, y por eso, no es exagerado decir que redefine el ‘quién hace qué’ en el entorno laboral y empresarial.
Imagen: Shutterstock
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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