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Uno de los aspectos más determinantes e importantes para los inversores es la creación de una cartera de inversión. Esta cartera, o portafolio, debe cumplir dos condiciones básicas para que sea deseable para los operadores.
En primer lugar, el prospecto de las inversiones debe tener una ganancia esperada. Es decir: el objetivo de cualquier inversión es una ganancia financiera o, aunque sea, una reserva de valor. Por eso, se busca una esperanza de beneficios a futuro. Sin embargo, esto conlleva un riesgo que hay que tener en cuenta siempre que se realiza una inversión, ya que de ello dependerá el resultado.
De modo que, en segundo lugar, una característica crucial que debe tener el portafolio es la protección frente a las pérdidas o los riesgos de caer en ellas. Aunque el riesgo es un factor que está siempre presente en cualquier inversión, es importante saber que existen distintas estrategias que pueden poner en práctica los operadores al invertir para disminuir el porcentaje de riesgo al que se exponen. Estas estrategias se originan en la Teoría Moderna de Carteras o Modern Portfolio Theory (MPT) y son las siguientes:
- Diversificación
- Activos no correlativos
- Opciones de venta, LEAPS e Índices LEAPS
- Stop loss, o detener pérdidas
- Dividendos
- Pagarés de capital protegido
Al leer esta guía, aprenderás qué es la cartera de inversión y podrás entender cómo armar una cartera de inversión a partir de estas estrategias, para poder reducir los riesgos de pérdidas al mínimo. Encontrarás una introducción a la Teoría Moderna de Carteras y, luego, una explicación detallada de cada una de las prácticas mencionadas anteriormente, de esta forma estarás informado y podrás tomar decisiones más precisas.
Teoría Moderna de Carteras o Modern Portfolio Theory (MPT)
La Teoría Moderna de Carteras o Modern Portfolio Theory fue introducida por el economista Harry Markowitz en el año 1952, se trata de un ensayo que le llevó a ganar el Premio Nobel de Economía. Desde entonces, cualquier inversor que desee operar seriamente en el mercado está al tanto de sus estrategias, puesto que han probado ser muy efectivas en las inversiones financieras. De hecho, son seguidas de cerca como las estrategias cuya teoría y práctica de la gestión de carteras han sido probadas y demostradas, por lo que la mayoría de los inversores las utilizan como referencia.
Esta teoría de carteras se basa en el análisis de las inversiones como un conjunto, en lugar de verlas de forma individual. Por consiguiente, se compone una cartera de inversión a partir de uno de dos enfoques principales, aunque siempre teniendo en cuenta las mismas variables. Por ejemplo, el retorno esperado de los activos, su varianza y su volatilidad.
En principio, el objetivo inicial es el de establecer un riesgo máximo de exposición y, a partir de ello, crear una cartera que maximice los retornos a la inversión. Es decir: basado en lo que uno está dispuesto a arriesgar, se busca la forma de que los beneficios esperados sean los más grandes posibles.
Sin embargo, existe la alternativa inversa. En este caso, lo que se establece son las ganancias esperadas. Y, tomando eso en cuenta, se encuentra una cartera que minimice el riesgo. En otras palabras, de acuerdo al dinero que se desee ganar, se encuentra una forma de reducir el riesgo al mínimo, sin perder esas ganancias esperadas.
Diversificación
La diversificación de la cartera es una de las estrategias más utilizadas por los inversores en el mercado. Esta consiste en una cartera con una variedad amplia de activos, que cubran distintos sectores y mercados, para contrarrestar sus riesgos.
Hay, de todos modos, algunos inversores que no utilizan esta estrategia. Por ejemplo, el renombrado Warren Buffett, inversor de . El aclamado inversor comentó que esto no se debe a que la estrategia no sea efectiva, sino al hecho de que los objetivos de las inversiones de este tipo de inversores o compañías no son las mismas que las de un inversor individual o incluso empresas más pequeñas. Además, muchas organizaciones de esa envergadura cuentan con información disponible que puede no estar al alcance de cualquier inversor.
Es por eso que la diversificación puede no ser lo conveniente para un inversor de ese tipo, pero sí puede ser lo ideal para alguien que busque obtener beneficios de manera individual o en organizaciones de menor escala. Esto es así porque el riesgo se subdivide, con el objetivo de contrarrestarse entre sus partes.
Por ejemplo: invertir en un sector de mucho riesgo puede dar, en caso de éxito, grandes ganancias. Pero, si se invierte todo el presupuesto en él, es posible que la apuesta sea un fracaso y acabes con poco dinero en tu billetera. Esto es llamado Riesgo Específico.
En cambio, con la diversificación de la cartera de inversión, solo una parte de tu dinero se perdería, y el resto habría mantenido su valor con otros activos, o incluso habrían compensado esa pérdida con otras ganancias. De este modo, se consigue lo que se llama un riesgo no sistemático.
Existen trabajos académicos que muestran que la cartera de inversión recomendada, dada la diversificación,puede incluir hasta 30 activos distintos para minimizar el riesgo de la mejor manera. Cabe destacar que estos estudios pueden ser analizados y probados a través de un simulador de carteras de inversión, sin necesidad de utilizar dinero real.
Activos no correlativos
Uno de los problemas que se suelen escuchar acerca de la diversificación es que, incluso obteniendo una gran minimización del riesgo, todavía puede existir algo de riesgo sistemático en la cartera de inversiones. Esto se da porque, si bien la cotización de un activo puede caer, no está garantizado que la del otro vaya a compensar esa caída.
Por lo tanto, un paso más allá de la diversificación es la inversión en activos no correlativos, o non-correlated assets. En este caso, no solo se invierte en acciones, sino también en bonos, materias primas, divisas y hasta proyectos inmobiliarios.
De este modo, dada la correlación nula (o cercana a nula) entre los activos, se logra un rendimiento esperado de la cartera de inversión mucho más estable, incluso teniendo en cuenta posibles caídas en ciertas cotizaciones.
Luego de la crisis financiera del 2008, muchos activos que antes tenían correlaciones ínfimas entre ellos pasaron a mostrar cotizaciones con cierta correlación. Esto provocó que la reducción del riesgo mediante la inversión en activos no correlativos fuera algo menos efectiva que en el pasado, pero aún se mantiene como una gran alternativa para mejorar el prospecto frente a una cartera diversificada de forma tradicional.
De hecho, varios inversores han mencionado que, a partir de la crisis provocada por el COVID-19 en el 2020, la inversión en activos no correlativos ha vuelto a ser una opción muy conveniente, incluso comparada con otras estrategias que antes parecían preferibles. Es por ello que hay que estar atentos a eventos mundiales importantes, ya que pueden afectar a las inversiones y es importante estar informados sobre todos los cambios posibles.
Detener pérdidas
Si has comenzado tu carrera como inversor o has leído al respecto durante un tiempo, muy probablemente hayas visto pasar el término stop loss. Por eso, cualquier operador debe saber qué es el stop loss. En principio, su nombre dice qué significa: detener pérdidas. Pero eso no es todo.
Una orden de stop loss refiere a la acción de cerrar una posición cuando esta está provocando pérdidas, o cuando cae por debajo de un determinado valor. Esta orden es una opción que se puede configurar de forma automática en los sitios de brókeres online como eToro.
El valor estipulado para el stop loss, por su parte, puede ser un producto de dos operaciones distintas:
- El hard stop loss determina un valor mínimo para que, si la cotización de la acción cae por debajo de él, la posición se cierra de forma automática.
- El trailing stop loss, o stop loss dinámico, toma en cuenta las tendencias positivas de las cotizaciones y, en base a ello, aumenta de forma periódica el valor mínimo de stop loss.
El stop loss es una herramienta que puede ser muy útil para un inversor. Sin embargo, existen ciertos riesgos. Por ejemplo, si el precio de venta del stop loss se define en un valor muy cercano a la cotización corriente, una pequeña caída puede provocar una venta automática de la acción, más allá de que esa cotización podría haber recuperado la pérdida luego de un plazo mínimo de tiempo.
Por eso, el stop loss debe utilizarse con precaución. Si se lo conoce bien y se aprende a utilizarlo de la forma correcta, puede ser una herramienta que de muchos beneficios al inversor.
Dividendos
Los dividendos son otra gran alternativa para obtener ganancias de las acciones, reduciendo el riesgo de pérdidas. Sin embargo, a diferencia de las opciones anteriores, esto no está relacionado con el riesgo de la caída de la cotización de las acciones, sino que pretende obtener ganancias paralelas a partir de los dividendos que otorgan las empresas.
Saber qué son los dividendos y cómo funcionan es esencial para aprovechar esta estrategia. En pocas palabras, estos representan una porción de los beneficios de la empresa, que se reparten entre sus inversores de acuerdo a un calendario de dividendos establecido por la Junta Directiva. Por lo que, si bien puede existir una relación, el monto de los dividendos no depende exclusivamente del valor de la acción, y puede representar una ganancia paralela.
De este modo, si una empresa cuenta con la oferta de dividendos a sus inversores, esta puede ser una forma de obtener dinero sin la necesidad de vender las acciones que componen tu cartera. De hecho, incluso si la cotización cae y, con ella, el valor de tu posición, es posible que sea conveniente mantener la posesión de las acciones, si la rentabilidad de los dividendos compensa esa pérdida.
Pagarés de Capital Protegido
En el caso de un inversor con una aversión al riesgo considerable, existe la opción de adquirir pagarés de capital protegido, o principal-protected notes. En este caso, el riesgo de pérdidas en base a la caída en la cotización del activo se reduce a cero. Sin embargo, también puede ser una herramienta riesgosa, si lo que se desea es maximizar las ganancias.
Si un inversor decide operar de forma normal, podría abrir una posición al comprar acciones. Con ello, sus pérdidas o ganancias dependerían de que la cotización de esas acciones cayera o aumentara.
Con un pagaré de capital protegido, el inversor ejecuta una inversión de forma indirecta. Compra este producto financiero, que le garantiza el retorno del monto de su inversión más una porción de las ganancias. De este modo, el inversor no pierde con la caída de la cotización del activo. Sin embargo, las ganancias se pueden reducir de gran manera.
Por ejemplo, un inversor puede adquirir un pagaré de capital protegido por una inversión de 100.000 dólares, acordando quedarse con un 40% de las ganancias. Luego, si la cotización de las acciones aumenta en un 50%, la posición se revaloriza en 150.000 dólares. Por lo tanto, al cerrarla, el inversor obtendría su inversión inicial (100.000 dólares) más un 40% de las ganancias (40% de 50.000 dólares, o sea 20.000 dólares): a fin de cuentas, 120.000 dólares. Si hubiera invertido de forma tradicional, su ganancia habría sido de 40.000 dólares, pero, en este caso, fue de 20.000.
Con este ejemplo se nota que el pagaré de capital protegido puede ser una gran opción para un inversor muy averso al riesgo. Sin embargo, no se debe olvidar que las ganancias se pueden reducir en gran cantidad, dependiendo de las condiciones.
Conclusión
Es muy importante aumentar tu conocimiento y que te informes de forma detallada antes de invertir, ya que de ello dependerá tu desarrollo como inversor. Para que un inversor tenga éxito en su carrera, es imprescindible que sepa cómo armar un portafolio de inversión de manera que su riesgo se reduzca y sus ganancias se maximicen al mismo tiempo. Por eso, el análisis tanto de un portafolio de inversión como de una cartera de inversión es muy importante. Siempre hay que tener en cuenta los beneficios y los riesgos que esto conlleva, ya que, al igual que es posible obtener beneficios, también es posible tener pérdidas.
Gracias a las estrategias presentadas en esta guía, podrás tener en cuenta muchos recursos para que tu cartera no sea un motivo de preocupación en tus inversiones. Así como existen varias opciones, también se debe tener en cuenta la posibilidad de combinarlas. Por ejemplo, la diversificación puede ser muy útil, pero también se puede establecer un stop loss en parte de los activos, o incluir pagarés de capital protegido entre las inversiones de la cartera, protegiendo tus inversiones y proporcionando un menor riesgo.
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Esta información es solo para fines educativos y no debe considerarse un consejo de inversión, recomendación personal o una oferta o solicitud para comprar o vender instrumentos financieros.
Este material se ha preparado sin tener en cuenta ningún objetivo de inversión o situación financiera en particular. No se ha preparado de acuerdo con los requisitos legales y reglamentarios para promover la investigación independiente. Cualquier referencia al rendimiento previo de un instrumento financiero, índice o producto de inversión empaquetado no es, y no debe considerarse, un indicador confiable de resultados futuros.
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