Sin duda, la validez que sigue al argumento (así como el papel en el que se imprimió y la misma impresora y los ojos humanos que se necesitaron para leerlo) está basado obviamente en la capacidad de supervivencia de la especie humana, un hecho que de ninguna manera sería una garantía si este conflicto se convirtiese en un intercambio nuclear. Pero si se evita ese final (y si Rusia se abstiene de iniciar una guerra química o biológica a gran escala), parece que los ucranianos habrán vencido al oso ruso y se habrán asegurado una posición sólida para negociar que, con suerte, terminará en una solución diplomática.
Aunque no es demasiado pronto para decir que Rusia ha perdido, sí lo es para decir que Ucrania ha ganado. Independientemente de cómo se redibuje el mapa después de este conflicto, el verdadero ganador para los inversores son las criptomonedas.
Criptomonedas: el origen de todo mal (y todo bien)
Rusia, al igual que su amistoso y autoritario vecino chino, no es partidaria de las criptomonedas. Al menos no lo era hasta el pasado mes de enero, cuando estuvo considerando la posibilidad de prohibir tanto el uso como la minería de criptomonedas para darle preferencia a su moneda fiduciaria, que ahora mismo casi no tiene valor. Posteriormente, quizás para prepararse para la invasión, Putin decidió regularlas y le dio a los activos de criptomonedas valorados en 2 billones de dólares otro impulso de legitimidad muy necesario.
Pero las sanciones han llegado más rápido y han sido más devastadoras de lo que esperaba Putin, y lo que ha permitido a Rusia continuar financiando su invasión han sido las criptomonedas. Si este hecho se considerara de manera aislada, debería sonar como la sentencia de muerte para las criptomonedas en Occidente. Pero a pesar de que las criptomonedas han ayudado a Rusia a evadir parte del daño que le han hecho las sanciones, también han permitido a Ucrania recaudar los fondos que necesita para hacer frente al oso ruso.
A modo de información, Ucrania ha recibido donaciones en criptomonedas que hasta ahora han superado los 54 millones de dólares solo en Bitcoin (CRYPTO: BTC). El gobierno ucraniano solicitó estas donaciones compartiendo carteras digitales en Twitter, lo que permitió a los titulares de criptomonedas donar fácilmente para ayudar a la causa ucraniana. Pero al mismo tiempo que Ucrania se beneficia de las donaciones en criptomonedas, también lo hace Rusia. Esto ha provocado que se solicite a los exchanges de criptomonedas más importantes que prohíban realizar transferencias a carteras digitales de Rusia. Hasta ahora, los exchanges se han opuesto y el gobierno de EE.UU. no ha intervenido para obligarles a hacerlo.
Entonces, como ocurre con el dinero regular, Bitcoin, Ethereum (CRYPTO: ETH) y otras criptomonedas son el origen de todo mal. Pero también son el origen de todo el bien en lo que respecta a este conflicto. Al financiar tanto al opresor como al oprimido, algunos analistas de criptomonedas creen que el destino de las criptodivisas se verá determinado por el bando que gane la guerra.
No obstante, en mi opinión, si las criptomonedas van a convertirse en el nuevo oro, un refugio seguro para los inversores, (al igual que ocurre con el oro) reinarán durante los periodos de caos e incertidumbre. Y no existe ninguna duda de que estamos entrando en ese periodo. Con regulación o sin ella, Bitcoin y la revolución de las criptomonedas han llegado para quedarse, independientemente de cómo quede distribuido el mapa de Ucrania o de la Federación Rusa cuando termine todo esto.
Accede aquí a más información sobre cómo hacer trading de opciones ante los acontecimientos actuales y lee más noticias sobre el mercado de valores y las criptomonedas.