Que bitcoin continúa siendo la criptomoneda de moda casi nadie lo discute, y si no basta ver el reciente robo en Barcelona de un cajero de bitcoins por parte de unos aluniceros, quizás pensando que podrían hacerse de este modo con varios de estos valiosos activos, algo del todo imposible, ya que lo único que había en el cajero eran billetes de euros.
Y como valioso activo que es bitcoin no deja de ofrecer sesudos análisis que tratan de explicar por qué los inversores creen que la criptomoneda alcanzará tal o cual precio, que en ocasiones es de un tamaño desmesurado y en otros supone una importante corrección del valor actual del mismo, que se encuentra en algo más de 52.000 euros, aunque hay que decir que su elevada volatilidad hace que este pueda moverse rápidamente.
Un cuarto de millón de dólares en enero de 2022
Esa es al menos la predicción del popular analista Matthew Hyland, que ha creado un hilo explicativo en su cuenta de Twitter de por qué piensa que el activo que nació valiendo unos pocos céntimos hace poco más de una década valdrá en unos dos meses la friolera de 250.000 dólares, y lo hace además señalando los hitos que se han ido cumpliendo según la cuenta de PlanB, tuitero que realiza análisis del precio de bitcoin y cuenta con más de 1,4 millones de seguidores.
Pero la cifra que todo el mundo tiene en mente cuando se habla de bitcoin es la mágica cifra del millón de dólares, ¿llegará en algún momento bitcoin a valer un millón de dólares? ¿cuándo ocurrirá esto de ser posible? Es difícil saber si bitcoin llegará a valer esa cantidad en algún momento, pero de llegar a ocurrir no sería ninguna locura decir que las criptomonedas habrían alcanzado su mayoría de edad, ya que teniendo en cuenta que se han minado unos 18,5 millones, y sin tener en cuenta que una importante cantidad de las mismas se ha perdido para siempre, un bitcoin a un millón de dólares supondría que sólo bitcoin capitalizaría 18,5 billones de dólares, más que todo el PIB de China y muy cerca del PIB de EEUU tomando en ambos casos los datos de 2020, y suponiendo que bitcoin continue copando el mismo porcentaje que supone en estos momentos en el criptomercado -lo cual es mucho suponer- daría como resultado que todo el mercado de las criptomonedas valdría cerca de 40 billones de dólares, algo que cuesta mucho creer, al menos en estos momentos. En el colmo del optimismo, la gestora de fondos Fidelity cree que a finales de la presente década bitcoin valdrá un millón de dólares, y cien millones de dólares para 2035, previsión elaborada en base al modelo stock-to-flow, ante lo cual surge otra duda legítima, ¿qué es un modelo stock-to-flow?
Un modelo de previsión con partidarios y detractores
El popular modelo para prever los precios de bitcoin stock-to-flow fue creado precisamente por el tuitero propietario de la cuenta anteriormente mencionada PlanB, y que vincula el precio de la criptomoneda a su escasez, escasez que por cierto cada vez está más acentuada por las desapariciones de bitcoins vinculadas a direcciones a las cuales se pierde el acceso por la razón que sea, y también por los sucesivos halvings que experimenta la criptomoneda cada cierto número de bloques minados en los que la recompensa en bitcoins se reduce a la mitad, recompensa que en estos momentos es de 6,25 bitcoins por bloque minado, reduciéndose a 3,125 en el siguiente halving, luego a 1,5625 y así sucesivamente. Los contrarios a este modelo de previsión de precios consideran que simplifica demasiado la problemática de predecir el precio futuro de un activo que hasta ahora se ha demostrado tan volátil.
En cualquier caso un punto en el que coinciden todos los análisis del precio de bitcoin es en el de que en ningún caso suponen consejos de inversión, dado que se opere como se opere –trading, holding, compraventas más o menos rápidas…- invertir en bitcoin y otras criptomonedas supone siempre un riesgo que debe ser asumido y soportado para bien y para mal por el trader o inversor, no sólo por la volatilidad intrínseca, en el caso del trader herramientas como el apalancamiento también multiplican el riesgo.