“Los buenos artistas toman prestado, los grandes artistas roban” – Pablo Picasso. El 1896 fue el año en que Ford fabricó su primer coche y llevó a cabo su robo más lucrativo. La fabricación del cuadriciclo fue una hazaña importante, pero se produjo 11 años después de que dos alemanes, Gottlieb Daimler y Karl Benz, desarrollaran el primer automóvil a gasolina. El próximo siglo sería bastante bueno para Ford, ya que se mantuvo en el negocio, prosperó y, en el año 2021, ya acumulaba 257.000 millones de dólares en activos. No obstante, hay razones para creer que el último plan de Ford para robarle a un competidor podría ser igual de rentable.
Cuando Pablo Picasso pronunció esas palabras, estoy seguro de que nunca imaginó que algún día se utilizarían para hablar de vehículos eléctricos. Sin embargo, pueden aplicarse directamente a lo que le hizo Ford (NYSE:F) a Daimler y Benz, así como a lo que está haciendo actualmente para intentar imitar el éxito de Tesla (NASDAQ:TSLA).
Por si no te has dado cuenta, Tesla no tiene concesionarios. La compañía lleva 60 años vendiendo coches directamente a los consumidores. Este nuevo método de venta de coches sin concesionarios de por medio cuenta con el apoyo de algunos estados, ya que consideran que el proceso es beneficioso para los consumidores porque elimina el margen de beneficio de los concesionarios y fomenta mejores prácticas comerciales. Los consumidores aprecian el hecho de no tener que volver a negociar con los concesionarios, y los de Tesla nunca se encuentran con la molestia de tener que dar salida a los vehículos no comprados antes de que salga al mercado el modelo del siguiente año. La realidad es que Tesla nunca tiene exceso de inventario y, por tanto, no se desperdicia dinero.
Otras de las razones por las que tiene sentido que Tesla evite las franquicias de concesionarios tienen menos que ver con la marca y más con el producto en sí. Los concesionarios tienden a ganar una buena parte de su dinero con los servicios. Los concesionarios ganan dinero con los cambios de aceite, los servicios de transmisión, etc. Si tenemos en cuenta que los vehículos eléctricos no tienen transmisión ni necesitan cambios de aceite, el concesionario tiene pocas oportunidades de ganar dinero.
Ford se ha dado cuenta de todo eso. Ha observado que los pedidos personalizados en línea reducen la acumulación de inventario y que los vehículos eléctricos requieren servicios mínimos por parte de los concesionarios, así que la empresa automotriz ha decidido cambiar de rumbo. Si quieres comprar un vehículo eléctrico Ford, tendrás que comprárselo directamente a la compañía.
Si has comprado algún vehículo Ford antes y estabas acostumbrado a esperar hasta finales de año para conseguir precios más bajos, a partir de ahora tendrás que salir de tu zona de confort y realizar tu pedido con antelación. Si por casualidad vieses algún vehículo eléctrico Ford nuevo en un concesionario, cuenta con que le habrán hinchado el precio, ya que a partir de ahora será muy raro poder conseguir uno instantáneamente.
Parece que Ford no va a cerrar sus franquicias de concesionarios por completo, pero es bastante probable que en un futuro solo encontremos vehículos usados en los concesionarios. Si los vehículos eléctricos que produce Ford siguen vendiéndose tan rápido como hasta ahora, será solo cuestión de tiempo que otras marcas decidan seguir sus pasos.
Este es otro ejemplo más de la capacidad que tiene Elon Musk para perturbar el status quo. Es probable que la escasez de manufactura y la producción eficiente resulten ser una combinación rentable para Ford, tal y como lo ha sido ya para Tesla. ¿Cuánto tiempo tardarán otras compañías en seguir su ejemplo? ¿Será el fin de los concesionarios? Solo el tiempo lo dirá, pero quizás sea buena idea invertir en el ladrón más antiguo de toda la industria automotriz.