SPDR S&P 500 ETF Trust (NYSE:SPY) presenta un gran impulso alcista de cara a fin de año, y el último informe de empleo del Departamento de Trabajo estadounidense ha destacado la solidez con la que se está recuperando la economía ahora que las vacunas COVID-19 han sido distribuidas de forma generalizada.
Sin embargo, las recesiones económicas siempre toman por sorpresa a los inversores, por lo que Brad McMillan, director de inversiones de Commonwealth Financial Network, monitorea regularmente algunos factores de riesgo de recesión para medir el riesgo económico de EE.UU.
Curva de rendimiento y valoración
El primer factor de riesgo que McMillan está observando es la curva de rendimiento entre los bonos del Tesoro a 10 años y a tres meses. Esta se ha hecho más pronunciada en octubre por tercer mes consecutivo y se ha encaminado hacia cifras históricas, pero McMillan señaló que el aumento de los rendimientos también puede representar una amenaza para las valoraciones de las acciones.
El segundo factor de riesgo son las valoraciones de mercado. El ratio precio-beneficio cíclicamente ajustado (CAPE) de Shiller del S&P 500 ha mostrado una tendencia al alza durante cuatro meses consecutivos y se encuentra en su nivel más alto desde la burbuja puntocom en el año 2000. McMillan ha afirmado que los inversores deben entender que el CAPE de Shiller es un excelente indicador de riesgo de mercado, pero históricamente ha sido un terrible indicador de tiempo.
Deuda, complacencia y aspectos técnicos
El siguiente factor de riesgo que McMillan observa es la deuda de margen. La deuda de margen como porcentaje de la capitalización de mercado se disparó durante la pandemia en 2020 antes de retroceder a principios de 2021. Sin embargo, este indicador ha aumentado una vez más en los últimos meses y está volviendo a su nivel máximo de 2020.
El cuarto factor de riesgo que McMillan está monitoreando son los factores técnicos o el impulso del mercado. Dado que el S&P 500 cotiza por encima de su promedio móvil simple de 200 y 400 días, McMillan ha expresado que el impulso del mercado es claramente al alza.
El riesgo final que el ejecutivo está observando es la complacencia del mercado. McMillan mide este elemento observando el ratio precio-beneficio adelantado del S&P 500 dividido por el índice VIX. En octubre, esa proporción era de aproximadamente 1,2, y el ejecutivo indicó que las lecturas por encima de 1,2 históricamente han sido una señal de una complacencia del mercado potencialmente preocupante.
Cómo operar ante esta situación
En general, McMillan señaló que califica el nivel de riesgo económico actual con una “luz amarilla”, lo que sugiere que los inversores deben proceder con cautela.
“Aunque el camino a seguir más probable es la recuperación continua, la disminución de la actividad económica en septiembre indica que el riesgo económico sigue siendo importante a pesar de la mejora de octubre”, añadió.
La opinión de Benzinga
Las valoraciones del S&P 500 parecen estar tensadas en este punto, especialmente si la Reserva Federal comienza a subir las tasas de interés a mediados de 2022 o antes. Sin embargo, cronometrar los máximos del mercado puede ser extremadamente difícil, y los inversores que experimentaron la burbuja puntocom en el año 2000 saben cuánto pueden pasar por alto los traders optimistas si se deshacen de las acciones demasiado pronto simplemente basándose en sus valoraciones.