El blockchain de Dogecoin (CRYPTO:DOGE) tiene poco uso, y los datos on-chain sugieren que está controlado en gran medida por unas cuantas entidades adineradas.
Lo que ha sucedido
Según un informe de Motley Fool, el “blockchain de Dogecoin es una ciudad fantasma en comparación con otras criptomonedas en el top 10 de capitalización de mercado”.
El informe afirma que “casi nadie usa Dogecoin”.
Según la información, a pesar de que la moneda es la séptima más grande por capitalización de mercado, solo registró un poco más de 23.000 transacciones diarias el 9 de agosto, mientras que Ethereum (CRYPTO:ETH) reportó 1,2 millones y Bitcoin (CRYPTO:BTC) aproximadamente 200.000. Incluso Bitcoin Cash (CRYPTO:BCH) y Litecoin (CRYPTO:LTC), que no forman parte del top 10, supuestamente registraron 83.000 y 133.000 transacciones, respectivamente, el 8 de agosto.
Según se informa, Dogecoin “tiene una de las distribuciones de riqueza más desequilibradas en el espacio criptográfico”, con una dirección que representa el 28% de todos los DOGE, las once direcciones principales contienen el 46% de las monedas en circulación y las 82 direcciones principales el 64%.
Los usuarios de Dogecoin transfirieron monedas por valor de 5.000 millones de dólares el 8 de agosto, mientras que los usuarios de Ethereum movieron 8.000 millones de dólares, a pesar de que el recuento de transacciones fue significativamente menor.
El informe advierte que la supuesta centralización de Dogecoin plantea un grave riesgo para sus inversores ya que su “suministro centralizado crea efectivamente una pequeña camarilla de propietarios con la […] capacidad de dictar el precio Doge a voluntad”.
El riesgo se ve agravado aún más por el hecho de que el inversor medio puede supuestamente confundir la popularidad de la moneda con la legitimidad.
En general, Dogecoin supuestamente no tiene un equipo de desarrollo activo ni aplicaciones importantes.
En consecuencia, según The Motley Fool, la ausencia de un caso de uso y las perspectivas a largo plazo hacen que aumente y disminuya en función de las acciones de unas pocas personas adineradas.
Cuando esos individuos venden, “es probable que el inversor medio sufra grandes pérdidas”.
Esta es la razón por la que el informe sugiere que Dogecoin es “un vehículo especulativo muy arriesgado, y no una inversión viable a largo plazo”.