Iberdrola S.A. (BME:IBE) (OTC:IBDRY) refuerza en 2025 su exposición al negocio con el sector público español mientras realiza ajustes tácticos en su cartera renovable en Francia. Estos movimientos combinan flujos de caja previsibles ligados a contratos a varios años vista con rotación selectiva de activos.
Lo que sucedió
Iberdrola va camino de cerrar 2025 con un volumen muy elevado de contratos públicos. La multinacional que preside Ignacio Sánchez Galán ha sido adjudicataria de grandes licitaciones de suministro eléctrico para gobiernos autonómicos e instituciones de distintos ámbitos, superando los 2.100 millones de euros en concursos, según el portal de contratación pública. Si se agregan las adjudicaciones ya contabilizadas, el importe asciende a 2.126,78 millones de euros. Pese a un negocio diversificado y a un plan de expansión con foco en redes en Estados Unidos y Reino Unido, el suministro al sector público sigue siendo un pilar relevante de ingresos.
En el País Vasco, Iberdrola ha sido propuesta como adjudicataria de un contrato de 144 millones de euros con el Gobierno vasco para suministrar energía renovable a precio fijo al sector público y otros entes de Euskadi entre 2026 y 2027. Aunque la licitación aún no se ha formalizado, es la única candidata y previsiblemente resultará ganadora, con clientes como la Universidad del País Vasco (EHU), los parques tecnológicos, Osakidetza, Euskotren y centros educativos públicos. Además, ha ganado otra licitación para suministrar energía a la Diputación de Gipuzkoa y a diferentes ayuntamientos y entes forales, agrupados en una central de contratación, por 43,9 millones de euros impuestos incluidos.
El contrato de mayor importe procede de Adif, la empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias. Adif ha adjudicado a Iberdrola los 16 lotes de un megacontrato de 1.685 millones de euros, IVA incluido, para el suministro de electricidad hasta 2030. La compañía dará servicio a las operaciones de las distintas empresas ferroviarias entre 2026 y 2030, tanto en la red convencional como en la de alta velocidad, e incluirá estaciones de viajeros, terminales logísticas y otras instalaciones. Además, Iberdrola ha cerrado con Adif-Alta Tensión otros dos contratos para 2026-2027, por 57,7 y 13,6 millones de euros, ligados al suministro y venta de excedentes en puntos telemedidos para usos distintos de tracción.
En el plano autonómico, destaca el acuerdo marco con la Junta de Castilla y León para el suministro de electricidad entre marzo de 2026 y agosto de 2027, por 48,28 millones de euros y un consumo previsto de 457 GWh en 2.428 puntos de suministro. A esto se suman contratos con el Ayuntamiento de Madrid (55,5 millones), la Federació de Entidades Locales de las Islas Baleares (28 millones en dos lotes) y la Mancomunidad de los Canales de Taibilla, que abonará 52,3 millones para asegurar el suministro de energía a instalaciones que abastecen de agua a unos 2,4 millones de habitantes (3,1 millones en verano) en varias comunidades autónomas.
En el ámbito de empresas públicas, Iberdrola ha ganado licitaciones para el grupo Tragsa (12,8 millones), la EMT de Madrid (13,7 millones) y otros contratos de menor importe, como el del Barcelona Supercomputing Center por 7,5 millones.
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Por qué es importante
La intensificación del negocio con el sector público español coincide con movimientos de cartera en Francia. Iberdrola Francia ha alcanzado un acuerdo para vender su cartera de energías renovables terrestres al grupo local Technique Solaire, que incluye 118 megavatios (MW) de capacidad eólica en operación y una cartera adicional de 639 MW de proyectos eólicos terrestres y fotovoltaicos (fuente: Estrategias de Inversión). El importe de la transacción no se ha hecho público y la operación está condicionada a los procesos de información y consulta con los órganos de representación de los empleados, lo que introduce incertidumbre sobre el calendario efectivo de cierre.
Pese a esta desinversión en activos terrestres, el grupo mantiene su presencia en Francia a través de proyectos de eólica marina, que ganan peso relativo. La instalación emblemática es el parque de Saint Brieuc, con 496 MW de capacidad, considerado el primer proyecto eólico marino a gran escala en Bretaña y el segundo en el conjunto del país. Este parque se inauguró en 2024 tras una inversión aproximada de 2.400 millones de euros, configurando una base de generación de gran tamaño y con elevada visibilidad de ingresos a largo plazo.
En paralelo, Iberdrola ha presentado un plan estratégico 2025-2028 que contempla inversiones por 58.000 millones de euros, con prioridad al desarrollo de redes eléctricas. El grupo prevé destinar 20.000 millones de euros a Reino Unido y 16.000 millones a Estados Unidos, además de 9.000 millones en la Península Ibérica, 7.000 millones en Brasil y 5.000 millones en otros países de la Unión Europea y Australia. Dentro de este marco, se ha definido un programa de rotación de activos y alianzas por 13.000 millones, ya completado en un 75 %.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
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