BBVA (BME:BBVA) llega al tramo final de 2025 con una sensación de fuerza contenida. Tras el fracaso de la opa sobre Banco Sabadell (BME:SAB), la entidad presidida por Carlos Torres se encuentra ante un nuevo reto: transformar la paciencia de sus accionistas en una recompensa tangible. Barclays Research ha puesto cifras a esa expectativa, anticipando un potencial retorno de capital que podría convertir al banco azul en el gran protagonista del otoño bursátil.
Lo que sucedió
Después de 17 meses de intentos por absorber a Banco Sabadell, BBVA cierra ese capítulo con la vista puesta en sus propios números. Con un ratio de capital CET1 cercano al 13,4 % al cierre del tercer trimestre, la entidad cuenta, según Barclays, con unos 3.500 millones de euros de exceso sobre el nivel de referencia del 12,5 %. Ese colchón podría ser la base de un nuevo gesto de generosidad hacia los accionistas.
El informe del banco británico sugiere que BBVA aprovechará la presentación de resultados del tercer trimestre, prevista para el 30 de octubre de 2025, para anunciar un nuevo programa de recompra de acciones. De confirmarse, la operación se sumaría a la recompra por 1.000 millones ya aprobada, reforzando la idea de que el retorno al accionista es el hilo conductor del ejercicio.
Con estas cifras, Barclays estima que la rentabilidad total para el inversor, sumando dividendos y recompras, podría situarse entre el 10 % y el 11 % en 2025, un nivel difícil de igualar en el panorama bancario europeo. Los analistas destacan que esta política de retribución sería “sostenible en el medio plazo”, apoyada por la solidez del negocio internacional, en especial el de México.
Más allá del presente ejercicio, el informe apunta que BBVA podría devolver a sus accionistas más del 40 % de su capitalización bursátil en los próximos cuatro años. Un horizonte que, de cumplirse, situaría al banco en la liga de las entidades más rentables para el pequeño y gran inversor.
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Por qué es importante
Barclays sitúa a BBVA como su “nombre preferido entre los bancos españoles”, un título que no se gana solo con dividendos. La entidad combina fortaleza de capital, una presencia dominante en México y un entorno de crecimiento sostenido gracias al dinamismo comercial de Norteamérica. En un mercado donde la confianza es la moneda más escasa, esa mezcla de prudencia y ambición pesa.
El banco cotiza a 7,8 veces su beneficio esperado para 2025, frente a las 9 veces del promedio sectorial, y presenta una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) del 20 %, frente al 15 % medio de sus comparables. Esa brecha, lejos de ser casual, refleja una gestión que ha sabido aprovechar los vientos favorables del ciclo sin perder disciplina financiera.
A largo plazo, la ecuación se vuelve aún más atractiva: BBVA prevé un crecimiento del beneficio por acción del 10,3 % anual compuesto entre 2024 y 2027, frente al 7,6 % del conjunto de la banca europea. Barclays, consciente de ese potencial, ha elevado su precio objetivo hasta los 18,5 euros por título. Una cifra que, más allá del cálculo técnico, suena a voto de confianza.
Imagen: JJFarq / Shutterstock.com
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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