La calma aparente del parqué contrasta hoy con un nuevo frente judicial en el sector energético. Iberdrola (BME:IBE) ha decidido emprender acciones legales contra la presidenta de Red Eléctrica de España (REE), Beatriz Corredor, tras considerar que sus palabras sobre el apagón del 28 de abril dañaron el honor de la compañía. En bolsa, la acción se mantiene estable, 16,62 euros al inicio de la sesión, aunque el ruido institucional promete prolongarse.
Lo que sucedió
Según fuentes jurídicas citadas por EFE y adelantadas por El Mundo, Iberdrola sostiene que las declaraciones de Corredor en el Senado suponen una insinuación directa contra su reputación. La presidenta de REE no mencionó nombres, pero apuntó a los “grupos convencionales”, centrales privadas de generación, como responsables del apagón masivo.
Durante aquella comparecencia del 11 de septiembre, Corredor defendió la actuación de REE como operador del sistema y atribuyó el fallo a un “incumplimiento de la obligación de control de tensión” por parte de esos grupos. Iberdrola interpretó esas palabras como un ataque velado, más aún en un contexto de investigación abierta por parte del Gobierno.
De hecho, la eléctrica ya había mostrado sus dudas legales sobre el comité de análisis que el Ejecutivo formó para esclarecer las causas del apagón. El pasado 30 de mayo, la empresa acudió al Tribunal Supremo para solicitar aclaraciones sobre la cobertura jurídica de dicho órgano, que había recabado información y enviado técnicos a las instalaciones de las empresas implicadas.
La tensión entre las partes, por tanto, no surge de la nada. Iberdrola intenta marcar límites en un terreno donde reputación, regulación y confianza pública se entrelazan. En un sector donde la estabilidad del sistema eléctrico se mide en segundos, una frase puede encender más que una chispa.
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Por qué es importante
El conflicto se produce mientras la cotización de Iberdrola atraviesa un periodo de relativa calma. Este lunes, sus títulos se mantienen planos en 16,62 euros, con un volumen de más de 128.000 acciones negociadas. Aun así, en los últimos diez días, el valor ha mostrado una tendencia mayormente alcista, con siete jornadas de subida frente a solo dos de retroceso.
Esa serenidad bursátil sugiere que los inversores, por ahora, no perciben el litigio como un riesgo estructural. De hecho, la volatilidad semanal del 3,98 %, muy por debajo del 17,07 % anual, apunta a una acción más estable de lo habitual. En tiempos de titulares tensos, la estabilidad se cotiza cara.
A medio plazo, el mercado sigue leyendo a Iberdrola como un activo sólido: sus dividendos, aunque modestos (0,0247 %), reflejan una política prudente; su beneficio bruto supera los 23.880 millones de euros, y el neto roza los 5.610 millones de euros. Más allá del ruido político y judicial, los fundamentales parecen blindar a la compañía ante el vaivén de la opinión pública.
Imagen: lma_ss / Shutterstock.com
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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