La Bolsa española se tiñe de rojo a mediodía, aunque mantiene con pulso firme la cota de los 15 300 puntos. El IBEX 35 retrocede un 0,61 % y se sitúa en los 15 303 enteros, arrastrado por el tono negativo de las principales plazas europeas. A pesar de esta corrección, el selectivo acumula en el año una subida cercana al 33 %, recordando que las caídas forman parte del camino.
El movimiento no es aislado: París cede un 0,6 %, Fráncfort un 0,35 % y el Euro Stoxx 50 un 0,45 %. Solo Milán rompe la tónica con un leve avance del 0,1 %. Londres, en cambio, permanece cerrada por festivo, dejando una pieza menos en el tablero continental. El euro, por su parte, se debilita ligeramente frente al dólar, cediendo un 0,18 % hasta los 1,1697.
El arranque bajista del IBEX contrasta con el cierre del viernes en Wall Street, donde los índices tocaron máximos históricos. Allí, el discurso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, abrió la puerta a una posible bajada de tipos en septiembre. Sin embargo, los futuros estadounidenses apuntan a pérdidas, aunque sin gran dramatismo.
En el terreno corporativo, los grandes nombres del índice se visten de rojo. Iberdrola (BME:IBE) cae un 1,5 %, Telefónica (BME:TEF) un 1,38 %, BBVA (BME:BBVA) un 1,37 %, Santander (BME:SAN) un 0,28 % e Inditex (BME:ITX) un 0,18 %. Acciona Energía (BME:ANE) encabeza las caídas con un -3,15 %, mientras que apenas ocho valores resisten en positivo, con Rovi (BME:ROVI) al frente (+0,87 %).
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Por qué es importante
Aunque el retroceso del IBEX pueda parecer un bache más, se produce en una semana marcada por la expectación macroeconómica. En Estados Unidos, el dato del índice PCE, el termómetro favorito de la Fed para medir la inflación, puede inclinar la balanza hacia una bajada de tipos. Una decisión así tendría eco inmediato en el coste del crédito y en el apetito inversor global.
En Europa, el foco estará puesto en los datos de inflación que se publican en varios países. Con el BCE en plena encrucijada, cualquier repunte inesperado podría enfriar las esperanzas de una política monetaria más laxa. Y ahí, el hecho de que la confianza empresarial alemana haya mejorado ligeramente hasta los 89 puntos añade un matiz interesante: la mayor economía europea muestra síntomas de resistencia, aunque aún lejos del entusiasmo.
Este mosaico global explica que los inversores se muevan con cautela. Materias primas como el crudo Brent (+0,4 %) y la evolución de activos alternativos como el bitcoin (-0,93 %) reflejan la búsqueda de equilibrio entre riesgo y refugio. El bono español, con rentabilidad al alza hasta el 3,34 %, es otra señal de que el dinero se acomoda a la espera de señales más claras.
Imagen cortesía de la galería multimedia del BME
Esta historia fue generada por Benzinga Neuro y editada por Edgli Romero
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