La Bolsa española camina sobre una cuerda floja este martes: ni avanza ni retrocede con decisión. En un contexto de calma tensa, el IBEX 35 se aferra al equilibrio, reflejando la prudencia del mercado antes de la próxima decisión del Banco Central Europeo. Con la vista puesta en Frankfurt, los inversores apenas parpadean.
Lo que sucedió
El IBEX 35 apenas se mueve este martes al mediodía, sumando solo 4,5 puntos, un ligero 0,02 %, y colocándose en los 14 034,5 enteros. El selectivo, que ha subido un notable 21,06 % en lo que va de año, parece tomarse una pausa en plena antesala de una semana crucial para la política monetaria europea.
Con los ojos puestos en la reunión del BCE del jueves, el mercado europeo muestra una postura de “esperar y ver”. Aunque todo apunta a que no habrá cambios en los tipos de interés, la expectativa gira en torno a septiembre, cuando podría llegar un nuevo recorte si los datos económicos lo permiten. La calma aparente es, en realidad, una espera cargada de tensión.
En el IBEX, los extremos se dibujan con nitidez: Puig (BME:PUIG) retrocede un 2,21 % justo cuando se cumple un año de su debut bursátil; ArcelorMittal (BME:MTS) y Fluidra (BME:FDR) también se tiñen de rojo. En el lado opuesto, Solaria (BME:SLR) lidera las subidas con un 3,11 %, seguida por Acciona Energía (BME:ANA), Naturgy (BME:NTGY) y Sabadell (BME:SAB). Enagás (BME:ENG), que empezó la sesión en rojo, revirtió su tendencia tras presentar beneficios de 176 millones de euros en el semestre.
Mientras tanto, en el mercado continuo, Talgo (BME:TLGO) brilla con una subida del 4,10 %, mientras Squirrel y Lingotes (BME:SQRL) sufren las mayores caídas. En paralelo, el euro se fortalece ligeramente y el crudo Brent cae por debajo de los 69 dólares por barril, alimentando un cóctel de señales mixtas en los mercados globales.
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Por qué es importante
Los movimientos casi imperceptibles del IBEX tienen una lectura clara: el mercado se prepara con cautela para las palabras de Christine Lagarde. Aunque no se esperan cambios inmediatos, la presidenta del BCE podría dejar pistas clave sobre el rumbo que tomará la institución en septiembre, en un momento donde la inflación sigue dando coletazos y el crecimiento europeo avanza con lentitud.
Esta cautela se replica en Wall Street, donde los futuros apenas se mueven, y en los principales parqués europeos, que en su mayoría cotizan en rojo. Fráncfort, París y Milán ceden terreno, mientras solo Londres acompaña a Madrid en la tenue subida. El Euro Stoxx50, que agrupa a los gigantes bursátiles del continente, también retrocede, reflejando el sentimiento generalizado de contención.
En este contexto, los inversores también siguen de cerca a la Reserva Federal de EE.UU., que comparece hoy en la voz de Jerome Powell. Aunque la Fed y el BCE operan en escenarios distintos, cualquier señal desde Washington puede tener efecto dominó sobre los activos europeos. El equilibrio es frágil… y todos lo saben.
Imagen creada por Inteligencia Artificial
Esta historia ha sido editada por Edgli Romero
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