Cuando aún no han titilado los gráficos bursátiles, Madrid amanece con el ceño fruncido. Inversores, como navegantes en aguas revueltas, repasan las pantallas con tensión. Y uno se pregunta: ¿hasta dónde llegará esta inquietud que, tras los recientes misiles en Oriente Medio, parece no dar tregua?
Apertura en positivo, pero con el freno echado
Los futuros del IBEX 35 suben un 0,32 %, situándose en los 13.860 puntos. El DAX alemán gana un 0,20 % (23.675 puntos), el CAC 40 francés un 0,08 % (7.693 puntos) y el Euro Stoxx 50 un 0,18 % (5.315 puntos) — fuente: Estrategias de Inversión. Las bolsas asiáticas muestran relativa calma, aunque el conflicto entre Israel e Irán sigue latente y amenaza con empañar la semana, justo cuando los bancos centrales se preparan para tomar decisiones clave.
El IBEX y las bolsas europeas heredan el tono sombrío con el que cerraron el viernes anterior, tras nuevos ataques entre Israel e Irán. Esta sensación de alarma geopolítica ralentiza cualquier rebote natural de los mercados, que parecen caminar con pies de plomo.
El selectivo español cerró el viernes con una caída acumulada semanal del 2,37 %. En esa última sesión, perdió un 1,27 %, terminando en los 13.910,60 puntos. “Cada pánico momentáneo arrastra consigo un suspiro de incertidumbre”, resume la crónica bursátil de la jornada.
El soporte técnico, en el punto de mira
Para los analistas técnicos, los 13.858 puntos se han convertido en una referencia clave. César Nuez, analista de Bolsamanía, advierte: “Si el IBEX pierde este nivel, podríamos ver una extensión de las caídas hasta los 13.500 puntos”. Aun así, el experto mantiene un tono constructivo: “La tendencia sigue siendo alcista. Es normal que el índice se tome un respiro, aunque lo más probable es que, tras un paso atrás, retome su escalada”.
¿Rebote técnico o simple pausa? Las próximas sesiones prometen despejar la incógnita.
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Señales mixtas desde China
Desde Asia llegan cifras macroeconómicas dispares. China reportó un sólido avance del consumo: las ventas minoristas crecieron un 6,4 % interanual en mayo, superando con holgura el 5 % previsto y mejorando respecto al 5,1 % de abril. Sin embargo, la producción industrial se desaceleró al 5,8 % (desde 6,1 %) y la inversión en activos fijos solo avanzó un 3,7 %, por debajo del 3,9 % esperado.
Especial atención merece la inversión inmobiliaria, que se desplomó un 10,7 %, poniendo de relieve las dificultades estructurales del sector. ¿Es este un simple bache o el inicio de una ralentización más amplia en la segunda economía del mundo?
Materias primas y bonos: barómetros del miedo
El euro cotiza en 1,1561 dólares (+0,07 %), mientras el petróleo reacciona con una subida del 1 %: el Brent en 74,84 dólares y el WTI en 73,73. El oro retrocede hasta los 3.448 dólares y la plata avanza a 36,41 dólares por onza.
Estos activos actúan como termómetros del nerviosismo global, modulando el apetito por el riesgo. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años sube al 4,428 %, un nivel que añade tensión a un entorno donde los tipos de interés marcan el ritmo de las decisiones de inversión.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
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