Ark Investment Management, dirigida por Cathie Wood, y la empresa de pagos digitales Square Inc. (NYSE:SQ), han unido fuerzas para disipar la noción de que la minería de Bitcoin (BTC) está dañando el medio ambiente.
Lo que ha sucedido: Ark Investment y Square, dirigido por Jack Dorsey, han dado a conocer un documento técnico que argumenta que la minería de Bitcoin otorga una oportunidad de impulso para la transición energética global a favor de las energías renovables al servir como tecnología complementaria para la producción y el almacenamiento de energía limpia.
“Combinar producción con almacenamiento y minería, presenta una propuesta de valor general mejor que crear producción y almacenamiento por sí solos”, según han señalado las empresas.
Ambas creen que, como una opción de carga flexible y de fácil interrupción, los mineros de BTC probablemente podrían resolver los problemas de intermitencia y congestión que presenta la red y que obstaculizan el despliegue de energía solar y eólica, que actualmente son las fuentes de energía más baratas del mundo.
La combinación de los mineros con proyectos renovables y de almacenamiento podría mejorar las ganancias para los inversores del proyecto, al tiempo que, permitir la construcción de proyectos solares y eólicos incluso antes de la culminación de largos estudios de interconexión a la red, y proporcionar a la red energía “excedente” fácilmente disponible, según el documento.
“Los mercados de Bitcoin y de la energía están convergiendo y creemos que los propietarios de activos energéticos de hoy probablemente se conviertan en los mineros del mañana”, han concluido las empresas.
Square cuenta con una gran inversión en Bitcoin. Por su parte, Cathie Wood también es optimista en torno a los criptoactivos y ha adquirido acciones en la plataforma de exchange de criptomonedas Coinbase Global Inc. (NASDAQ:COIN), que ha comenzado recientemente a cotizar sus acciones en la bolsa de valores Nasdaq.
Por qué es importante: La publicación de este documento de investigación se produce en medio del surgimiento de argumentos que señalan que Bitcoin causa toneladas de emisiones de carbono, así como degradación ambiental.
Asimismo, el analista de Bank of America, Francisco Blanch, criticó a Bitcoin el pasado mes de marzo indicando que la red de la criptomoneda emite alrededor de 60 millones de toneladas de CO2 al año, que es aproximadamente lo mismo que deja la huella de carbono toda la nación de Grecia.
Según estima Blanch, por cada 1.000 millones de dólares de entrada de nuevo Bitcoin, la criptomoneda generará niveles de CO2 adicionales equivalentes a alrededor de 1,2 millones de automóviles con motores de combustión interna.
Por otra parte, el fundador de Microsoft Corporation (NASDAQ:MSFT), Bill Gates, también ha expresado su preocupación por el impacto que conlleva el Bitcoin en el cambio climático y, en febrero, señaló que la criptomoneda “usa más electricidad por transacción que cualquier otro método conocido por la humanidad”.