El lunes, un importante puente que conecta Rusia con la península de Crimea anexada fue golpeado por una explosión, lo que resultó en la muerte de una pareja y lesiones graves a su hija, según informó el Kremlin. El Puente de Kerch, una infraestructura simbólica y estratégicamente importante inaugurada por el presidente ruso Vladimir Putin en 2018, facilita el tráfico por carretera y ferrocarril desde Rusia hasta la península ucraniana que Moscú anexó en 2014.
Según funcionarios rusos, el puente fue atacado por dos “vehículos navales no tripulados” ucranianos, causando graves daños a su sección de carretera. El Kremlin ha abierto una investigación sobre lo que ha etiquetado como un “acto terrorista”, informa NBC News.
Acciones de Ucrania
Mientras que los funcionarios rusos han culpado a Ucrania por el ataque, el radiodifusor público de Ucrania, Suspilne, ha citado fuentes anónimas de las fuerzas del orden que afirman que esto fue una operación especial de la agencia de inteligencia SBU de Ucrania y su marina.
Sin embargo, el portavoz de inteligencia militar de Ucrania, Andriy Yusov, se negó a comentar sobre la participación de Ucrania. Simplemente señaló que “cualquier problema logístico es una complicación adicional para los ocupantes”, refiriéndose a Rusia.
Incidentes anteriores y repercusiones
No es la primera vez que el Puente de Kerch ha sido atacado. En octubre, Rusia acusó a Ucrania de otra explosión que dañó el puente, algo que Ucrania solo admitió indirectamente meses después. Después del reciente ataque, el canal Grey Zone de Rusia informó de dos ataques al puente. Vladimir Konstantinov, el presidente del parlamento de Crimea instalado por Rusia, declaró que la sección ferroviaria del puente, crucial para la logística militar rusa, no había sido dañada en las explosiones.
Como respuesta al ataque, el Ministerio de Defensa de Rusia “ha prometido ataques contra los centros donde se toman las decisiones criminales”. Este incidente se produce en medio de informes de que Rusia envía combatientes mal entrenados y exconvictos a Ucrania, drogados con anfetaminas, para luchar sin importar las probabilidades o el resultado.
Foto: Shutterstock