-El estudio de IREX sobre medios de comunicación e información explora el impacto de la polarización mediática en Europa, Eurasia y Asia Central
WASHINGTON, 31 de agosto de 2022 /PRNewswire/ — Los efectos continuos de la pandemia de COVID-19 y la creciente politización de los medios de comunicación han repercutido en el sector de la información y los medios de comunicación de 18 países de Europa, Eurasia y Asia Central, según se pone de manifiesto en el Barómetro de la Información Vibrante para Europa y Eurasia (VIBE) de 2022 de IREX.
A través de paneles de expertos en los países, VIBE evalúa el grado de dinamismo de los sistemas de información de los países en la era digital y examina explícitamente conceptos más nuevos como la alfabetización mediática y las burbujas informativas, junto con la calidad de la información en el sector de los medios de comunicación y la información.
La edición 2022 de VIBE, que examina el panorama de los medios de comunicación en el año natural 2021, muestra que los países de las tres regiones siguen viéndose afectados por las medidas que sus gobiernos han tomado para ocultar información y datos de salud pública sobre la pandemia y las campañas de vacunación. En los países más represivos, como Turkmenistán, el gobierno insistió en que el país no tenía ni un solo caso de COVID-19, y los medios de comunicación estatales se negaron incluso a utilizar las palabras “coronavirus” o “COVID” en los informes. En casos menos extremos, como el de Kazajstán, la continuación de la pandemia puso de manifiesto la escasa capacidad de comunicación de crisis de los organismos gubernamentales y su dificultad para difundir información pública de calidad, así como la tendencia de la población a confiar más en las redes sociales y las aplicaciones de mensajería que en los medios de comunicación.
Los expertos también hablaron de la creciente politización y polarización de los medios de comunicación y del espacio informativo de sus países. El contenido de los medios de comunicación en las tres regiones sigue estando impulsado por los intereses e influencias mayoritariamente políticas de sus propietarios, lo que ha provocado una disminución de la confianza en los medios y una mayor erosión del debate constructivo y de la discusión sobre temas importantes. El estudio de Montenegro observó que las preferencias mediáticas de los ciudadanos se basan en sus inclinaciones políticas, con medios fácilmente identificables como progubernamentales o de la oposición, en función de su contenido editorial. El capítulo de Armenia se hizo eco de estos sentimientos, señalando que los medios de comunicación del país trabajan principalmente al servicio de sus afiliaciones políticas y empresariales, representando esos estrechos intereses y sacrificando las normas éticas. Del mismo modo, los expertos de Macedonia del Norte señalaron que las afiliaciones políticas son evidentes en cuanto se publica un artículo.
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