Según se ha informado, las interacciones entre el equipo del expresidente Donald Trump y la Buró Federal de Investigaciones (FBI) comenzaron con un tono cordial, pero se tornaron amargas más tarde.
Armonía al principio
A principios de junio, agentes del FBI y un funcionario del Departamento de Justicia (DoJ) de los Estados Unidos visitaron Mar-a-Lago, la casa que tiene Trump en Palm Beach (Florida), con el objetivo de analizar unas cajas que se habían guardado en el almacén del sótano y que contenían registros gubernamentales, además de trajes, sudaderas y zapatos de golf, según informó el Wall Street Journal.
Días después, presuntamente el FBI envió una nota al abogado de Trump, Evan Corcoran, solicitando que se colocara un candado más fuerte en la puerta del almacén. La nota la firmaba Jay Bratt, jefe de la sección de contrainteligencia y control de exportaciones, con las palabras: “Gracias. Atentamente”.
Corcoran respondió: “Jay, gracias. Le escribo para confirmar la recepción de esta carta. Un cordial saludo, Evan”.
La cordialidad también era evidente en el comportamiento de Trump. Asistió a la reunión de principios de junio y les dio la mano a los investigadores. El expresidente dijo: “Valoro mucho el trabajo que están haciendo”, según dijo al Journal una persona familiarizada con el asunto. Les dijo a los presentes: “Si necesitan cualquier cosa, no tienen más que decírnoslo”.
La Trump Organization, que administra Mar-a-Lago, recibió una citación relacionada con las imágenes de vigilancia de la propiedad, que se entregaron a los funcionarios, de acuerdo con la información proporcionada por el Journal.
Hostilidad al final
Alguien familiarizado con los documentos almacenados informó a los investigadores sobre la existencia de más documentos clasificados en Mar-a-Lago, según el Journal.
Presuntamente, estaban más allá de las 15 cajas que recuperó la Administración Nacional de Archivos y Registros de Estados Unidos a principios de este año.
Una persona familiarizada con el asunto afirmó al Journal que el Departamento de Justicia tenía dudas sobre la honradez del equipo de Trump y la cantidad de material que quedaba en el lugar.
Dos meses después, agentes del FBI desarmados y vestidos de paisano se presentaron en Mar-a-Lago para registrar la propiedad.
Trump hizo pública la acción del FBI sobre Truth Social, una red social propiedad de Trump Media & Technology Group (TMTG) (“después de haber colaborado y cooperado con las agencias gubernamentales pertinentes, considero que esta redada sin previo aviso en mi casa no era necesaria ni apropiada”).
TMTG está lista para salir a bolsa a través de una fusión con la empresa de adquisición de propósito especial Digital World Acquisition Corp (NASDAQ:DWAC).
El movimiento de los precios
El jueves, las acciones de Digital World Acquisition cerraron un 0,2% al alza en los 30,32 dólares y retrocedieron un 0,1% en el after-hours, según los datos de Benzinga Pro.