Volvo Cars anunció el martes que detendrá la producción de todos los modelos de coches con motor diésel a principios de 2024, ya que se dirige hacia convertirse en un fabricante exclusivo de coches eléctricos.
¿Qué sucedió con Volvo?
El último automóvil diésel de Volvo saldrá de la línea de producción en unos meses. El CEO de la compañía, Jim Rowan, explicó la razón detrás de la decisión: “Los trenes de potencia eléctricos son nuestro futuro y son superiores a los motores de combustión: generan menos ruido, menos vibración, menos costes de servicio para nuestros clientes y emisiones cero en el tubo de escape”. La compañía destacó en un comunicado que será uno de los primeros fabricantes de automóviles tradicionales en dar este paso.
Por qué es importante
Hace apenas cuatro años, en 2019, la mayoría de los coches vendidos por la empresa en Europa funcionaban con motores diésel. Sin embargo, ahora, la mayoría de las ventas de Volvo en el continente son de coches eléctricos. También ha dejado de destinar cualquier parte de su presupuesto de investigación y desarrollo al desarrollo de nuevos motores de combustión interna.
Volvo Cars tiene como objetivo vender solo coches eléctricos para 2030 y ser climáticamente neutrales para 2040. Es propiedad mayoritaria del grupo chino Zhejiang Geely Holding Group.
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