PEKÍN, 3 de enero de 2023 /PRNewswire/ — Algunos expertos temen que la relajación de las restricciones impuestas por China a la COVID-19 aumente la probabilidad de mutación del virus.
“Es preocupante”, explicaron desde CNN, citando a William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en la ciudad de Nashville, Tennessee, y director médico de la Fundación Nacional de Enfermedades Infecciosas.
Aunque el riesgo de que surja una nueva variante peligrosa en China es “bastante bajo”, comentó Chris Murray, director en Seattle de un centro de investigación sanitaria de la Universidad de Washington, en un programa de la CNBC.
Murray destacó que tiene que tener algunas “características especiales” para que surja una nueva variante y sustituya a Omicron, y añadió que “probablemente sea un riesgo pequeño en este momento.”
A la vista de los datos, el GISAID, una base de datos pública con sede en Alemania, emitió el viernes un comunicado en el que afirmaba que los datos recientes de la secuencia del genoma de China indican que “todos se parecen mucho a las variantes conocidas que circulan a nivel mundial observadas en diferentes partes del mundo entre julio y diciembre”, cuando se comparan con los 14,4 millones de genomas de la base de datos.
Un total de 9 subvariantes de Omicron circulan en China, y aún no se han encontrado características de mutaciones genómicas en estas subvariantes, explicó el martes Xu Wenbo, director del Instituto Nacional de Enfermedades Virales y Control (NIVDC) del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades (China CDC).
Esfuerzo de China de cara al control de las mutaciones
Xu indicó que el país ha formulado un plan de trabajo para vigilar las nuevas cepas variantes del coronavirus desde que optimizó las medidas de prevención y control de la COVID-19.
El plan de trabajo exige elegir tres “hospitales centinela”, creados para vigilar, controlar y tratar las enfermedades epidémicas e infecciosas, en cada provincia.
Cada hospital centinela recogerá 15 muestras en ambulatorios y servicios de urgencias, 10 casos graves y todos los casos mortales cada semana para secuenciar y analizar el genoma, y cargar los datos en el NIVDC, estableciendo así una base de datos nacional del genoma del nuevo coronavirus, según Xu.
Yang Xiaobing, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan, declaró a la televisión local en una entrevista que los hospitales centinela de la ciudad de Wuhan han recogido 40 muestras de frotis faríngeos cada semana desde mediados de diciembre, el doble que antes, para detectar el virus.
Todos los datos mostraron que no se han encontrado otras cepas circulando en la ciudad desde octubre, excepto la BA.5.2, según Yang.
El país también ha compartido sus datos con el mundo. China ha estado subiendo secuencias genéticas a la OMS desde el estallido de la epidemia, para que otros países puedan desarrollar reactivos de diagnóstico y vacunas basados en los datos, indicó el jueves Wu Zunyou, epidemiólogo jefe de China CDC.
El viernes se ha compartido más información. La Comisión Nacional de Salud (NHC) y China CDC celebraron una reunión por vídeo con la OMS e intercambiaron puntos de vista sobre la situación actual de la COVID-19, el tratamiento y las vacunaciones. Según la NHC, continuarán los intercambios técnicos para ayudar a acabar con la epidemia en todo el mundo lo antes posible.
La respuesta de China a la prevención y control de la COVID-19 está bien fundamentada
China ha publicado múltiples medidas en los últimos tres años para orientar sobre la prevención y el control de la epidemia, incluidas nueve versiones del Protocolo de Diagnóstico y Tratamiento de la COVID-19, 20 medidas optimizadas y 10 nuevas medidas. El país gestionará la COVID-19 con medidas dirigidas a las enfermedades infecciosas de clase B en lugar de las más graves de clase A a partir del 8 de enero de 2023.
Liang Wannian, jefe del panel de expertos de respuesta a la COVID-19 bajo la NHC, explicó que el ajuste de China sobre la epidemia se basa en la comprensión de los agentes patógenos, el nivel inmunológico de la población, la capacidad de resistencia del sistema de salud y las medidas de intervención de salud pública.
No significa abandonar el virus, sino “asignar recursos a las tareas más importantes de prevención, control y tratamiento”, comentó Liang.
China se ha esforzado por mejorar los suministros médicos necesarios, incluidos medicamentos terapéuticos, reactivos para pruebas, vacunas, mascarillas médicas y trajes de protección.
Hasta ahora se habían administrado más de 3.400 millones de dosis de la vacuna COVID-19, y más del 90% de la población estaba totalmente vacunada, declaró Li Bin, subdirector del NHC, en una rueda de prensa celebrada el 27 de diciembre.
La capacidad de producción diaria del país de fármacos analgésicos antipiréticos ibuprofeno y paracetamol ha superado los 200 millones de comprimidos, con una producción diaria que alcanza los 190 millones, según informó el jueves el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, que añadió que la producción del país de reactivos de detección de antígenos ha aumentado de 60 millones al día a principios de diciembre a 110 millones al día.
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