Shevchenko, Medvedev, Beckham: el deporte apoya a Ucrania

En las últimas semanas, muchos deportistas y federaciones han tomado medidas en defensa de Ucrania. Esto es lo que ha ocurrido.

Shevchenko, Medvedev, Beckham: el deporte apoya a Ucrania
6 min de lectura

Desde en que Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero, numerosas federaciones han adoptado una posición firme en solidaridad con el pueblo ucraniano.

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Los futbolistas saltan al campo

Andriy Shevchenko, el delantero ucraniano que fue leyenda del Milan, además de exentrenador del Genoa y exseleccionador de Ucrania, fue el primero en opinar sobre las tensiones al publicar en Instagram una imagen con una bandera amarilla y azul sobre el fondo de un mapa.

La madre del futbolista sigue en Kiev, tal y como dio a conocer hace una semana en una entrevista con Sky Sport, y desde entonces, Shevchenko ha estado tratando de ayudar a sus compatriotas, tanto a través de afirmaciones y proyectos concretos, como mediante la recaudación de fondos con Play Your Part, destinada a acoger a 150 niños ucranianos en Londres, la ciudad donde vive el futbolista.

A raíz de su mensaje, el centrocampista del Atalanta Ruslan Malinovskyi también condenó la invasión rusa, e inmediatamente agregó enlaces en sus cuentas de Twitter y Facebook para realizar donaciones (también en criptomonedas) con el fin de apoyar al Ejército ucraniano en nombre de la ONG Come Back Alive.

Igualmente, algunos futbolistas rusos se han desmarcado de la posición del gobierno de su país, como es el caso de Fedor Smolov, delantero del Dínamo de Moscú, que pedía un alto el fuego mostrándose abiertamente contra la ofensiva militar. 

Otros ejemplos son el italiano, Roberto De Zerbi, técnico del Shakhtar Donetsk, que estuvo recluido en un hotel de Kiev con otros 7 italianos de su plantilla, y el antiguo técnico de la Roma Paulo Fonseca, quienes regresaron a Italia y Portugal respectivamente el 28 de febrero. Katerina, la esposa ucraniana de Fonseca, publicó un post en Instagram comentando el inicio del conflicto armado: “El día más aterrador. Dolor. Rabia, rabia, rabia y dolor. Mi hijo no se merecía la guerra. Los niños de Ucrania no se merecían la guerra”.

Entre los primeros en pronunciarse a favor de los niños estuvieron David y Victoria Beckham, quienes hablaron de: “Madres obligadas a huir con sus hijos. Familias divididas. Niños sacados de sus camas”. Estos iniciaron una recaudación de fondos donando casi 2 millones de dólares a UNICEF.

La acción de los tenistas

Daniil Medvedev, el moscovita de 26 años que recientemente derrocó a Novak Djokovic para convertirse en el nuevo número uno del mundo del tenis, publicaba un mensaje en el que quizás sea el post más conmovedor de Instagram, hablando en nombre de los niños y del hecho de proteger sus sueños.

Sus palabras también debieron inspirar a sus compañeros y por eso, la ucraniana Elina Svitolina, cuya familia reside en Odesa, ha anunciado que donará sus próximas ganancias para ayudar a su país. “Hasta el último momento creímos que esto realmente no iba a empezar -afirmaba durante una entrevista con Eurosport-. Y entonces sucedió todo, por la noche. Realmente pasó, empezó y ahora todo el mundo está aterrorizado, todo el mundo está desconsolado”. Lo mismo sucede con el británico Andy Murray, que donará todas las ganancias de 2022 a UNICEF.

Asimismo, la rusa Maria Sharapova, ha publicado en redes sociales un mensaje de solidaridad, sin vulnerar las prohibiciones impuestas por Putin: “Cada día que pasa, mi corazón se rompe cada vez más por las imágenes e historias de familias afectadas por esta crisis”, señalando al mismo tiempo su donación a Save The Children .

Mientras tanto, la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha anunciado que ha cancelado indefinidamente todos los torneos del circuito originalmente programados en Rusia. Sin embargo, en la nota, la Federación Internacional dejaba claro que se trataba de un deseo de proteger a los deportistas, y no de una sanción a Rusia.

Por otro lado están los que han sentido la necesidad de ayudar en el frente, poniéndose en primera línea en defensa de su país. Así, el extenista Dolgopolov, en su momento en el puesto número 13 del ranking mundial y recientemente retirado de las competiciones internacionales, ha decidido volver a Ucrania para proteger a sus compatriotas.

¿Qué sanciones se han impuesto desde el mundo del deporte?

En el último mes, Rusia se ha visto afectada por numerosas sanciones internacionales. Algunas de estas estaban dirigidas a oligarcas cercanos a Vladimir Putin, el más reciente Roman Abramovich, que tuvo que abandonar apresuradamente tanto el Chelsea como sus propiedades inmobiliarias, mientras que cada vez son más las multinacionales y los bancos que optan por suspender sus actividades en Rusia y Bielorrusia.

Incluso el mundo del deporte no ha mirado a otro lado, golpeando tanto a la federación como a los atletas. La final de la Champions League, por ejemplo, ha sido trasladada de San Petersburgo a París. Tras las peticiones de Suecia y Polonia, la selección rusa ha sido excluida de participar en el Mundial de Qatar 2022.

Además, todos los clubes rusos han sido suspendidos de la Uefa, la Champions o la Conference League hasta nuevo aviso, y también el Comité Olímpico Internacional (COI) se ha manifestado, recomendando la exclusión de los atletas rusos y bielorrusos de las competiciones internacionales.

En Fórmula 1, se ha cancelado el Gran Premio de Sochi, mientras que Haas ha rescindido el contrato de patrocinio con Uralkali despidiendo al hijo del dueño de la empresa química rusa. En Italia, Ferrari ha tomado medidas rápidamente destinando un millón de euros para los refugiados de las zonas del conflicto: “No podemos permanecer indefensos ante el sufrimiento de los civiles afectados”, afirmaba Benedetto Vigna, su director ejecutivo.

¿Por qué importa la reacción del deporte?

Si bien el argumento es ciertamente secundario desde un punto de vista económico, probablemente no lo sea desde el punto de vista del orgullo nacional. A Vladimir Putin, quien siempre ha utilizado el deporte como herramienta de propaganda, se le ha privaba a principios de marzo de la presidencia de honor de la Federación de Judo, quizás uno de los cargos de los que más orgulloso se sentía.

Las sanciones deportivas están lejos de ser simbólicas desde que el deporte se convirtió en una parte integral de la Guerra Fría y desde que Estados Unidos y otros 64 países boicotearon los Juegos de Moscú de 1980 en protesta por la invasión rusa de Afganistán.

Rusia (o más bien el Comité Olímpico Ruso – ROC), que se enorgullece de un medallero sobre el que se ciernen diversas sombras y sanciones, fue después testigo del robo de su nombre, bandera e himno debido a los escándalos de dopaje, cuyas consecuencias también son descontadas por sus atletas.

El deporte es el excelente terreno en el que no sólo se pone a prueba la fuerza del cuerpo y el alma, sino también la capacidad de permanecer juntos, mostrando respeto y lealtad incluso a los oponentes; y considerarse a sí mismo por encima de las reglas de la convivencia pacífica, le está costando cada vez más a un país que está pagando su incapacidad para aceptar de vez en cuando ser derribado por el aislamiento.