Dionisio Gutiérrez conversa con Álvaro Vargas Llosa sobre el futuro de América Latina

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CIUDAD DE GUATEMALA, 3 de agosto de 2021 /PRNewswire/ — Hace pocas semanas, Dionisio Gutiérrez, presidente de Fundación Libertad y Desarrollo, conversó con Álvaro Vargas Llosa, escritor, periodista y miembro de la Fundación Internacional para la Libertad sobre su diagnóstico para América Latina en este nuevo ciclo electoral.

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Gutiérrez inició la reunión afirmando: “América Latina tiene graves problemas sociales y económicos, pero nuestro verdadero problema es político. Es nuestro subdesarrollo político lo que realmente nos mantiene pobres y atrasados. Los síntomas o las causas de ese subdesarrollo son la falta de evolución cultural, la corrupción, la ausencia de instituciones que ofrezcan las garantías y las certezas que el desarrollo necesita; esos síntomas incluyen élites distraídas, ciudadanos ausentes y la llegada de los peores de la sociedad a la política.”

Con respecto a las causas del subdesarrollo de América Latina, Vargas Llosa agregó que: “Hay causas históricas y recientes. Tuvimos un trágico siglo XIX donde se perdió la oportunidad de crear sistemas republicanos. Tuvimos otro problema, que es el virus del populismo en el siglo XX, que agravó todo ese contexto. La precariedad de las instituciones que hemos heredado y  las muchas oportunidades que hemos desperdiciado  en décadas recientes por corrupción, frivolidad y miradas de corto plazo ha pasado factura”. Luego, el escritor expuso: “Hemos perdido mucho tiempo, algunos insistimos durante la bonanza de los commodities que en lugar de vivir de la renta fiscal y de las exportaciones, debimos hacer las reformas institucionales que necesitábamos. Por eso estamos hablando de una década desperdiciada y quizá perdida”.

Finalmente, Dionisio Gutiérrez concluyó el encuentro afirmando que el futuro de la región luce poco prometedor: “América Latina vive atrapada en el péndulo ideológico que más responde a ambiciones personales de caudillos, tiranos y cavernícolas. La libertad y la democracia no son privilegios, son responsabilidades que se deben respetar, cumplir y proteger. Y son las condiciones para alcanzar el desarrollo. Por eso, debemos tomar conciencia de que vienen años difíciles para América Latina. Con Estados débiles y disfuncionales, la pandemia aceleró nuestras desgracias y está sirviendo de plataforma a la locura populista de la izquierda radical empoderada a causa de la corrupción de la derecha incompetente. La democracia y la libertad están en peligro y lo está también el futuro”.

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