BEIJING, 14 de mayo de 2021 /PRNewswire/ — Las crisis son una parte inevitable de la historia humana. Y la respuesta a una crisis puede marcar la diferencia en el desarrollo de un país.
El 12 de mayo de 2008, un gran terremoto sacudió Wenchuan, un condado de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China. La velocidad del gobierno para responder sorprendió al mundo.
Unos 10 minutos después del desastre, la oficina de respuesta de emergencias de China emitió un comunicado sobre la situación desde Pekín, y el Ejército Popular de Liberación (EPL) activó su plan de preparación.
Apenas 21 minutos después del terremoto, cuatro helicópteros fueron enviados para examinar los daños, y 6.100 oficiales y soldados de las zonas vecinas y más de 3.000 miembros de la Fuerza de Policía Armada de Sichuan se desplegaron en el lugar de los hechos.
En menos de 10 horas, 20.000 soldados y policías armados se encontraban en los lugares del desastre ayudando con las labores de socorro, con otros 34.000 agentes de seguridad en camino.
La velocidad a la que un gobierno reacciona ante los desastres habla de su capacidad para resolver problemas y su resiliencia.
La COVID-19 ha proporcionado otra prueba.
En las primeras etapas del brote, Wuhan, en la provincia de Hubei, necesitaba urgentemente médicos y equipo. El gobierno llevó más de 330 equipos médicos que comprendieron más de 40.000 trabajadores sanitarios a la ciudad.
Diecinueve provincias fueron acorraladas para proporcionar asistencia directa a otras comunidades provinciales circundantes.
Al principio, el confinamiento de Wuhan provocó confusión e incluso pánico.
Pero el gobierno proporcionó actualizaciones oportunas y abordó los desafíos que conllevaba el confinamiento a través de acciones comunitarias de base movilizadas por las autoridades locales.
Al hacerlo, se frenó la propagación del virus y se mantuvo la estabilidad social.
“Nunca he visto, en mi vida, este tipo de movilización”, dijo el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom. “La velocidad de China, la escala de China y la eficiencia de China… es la ventaja del sistema de China.”
El gobierno no sólo trabajó en las medidas para controlar la COVID-19, sino que también trazó un plan de desarrollo socioeconómico a 15 años.
China ha demostrado ser experta en convertir las crisis en oportunidades.
“Raíces del crecimiento de China” es una serie de 10 episodios que marca el centenario de la fundación del Partido Comunista de China (CPC), que ha presidido el meteórico ascenso del país como potencia global. La serie se centra en 10 elementos fundamentales de la estrategia que ha llevado a la transformación de China desde una nación empobrecida en los últimos 100 años. Este artículo es el primero de la serie.