Las acciones de Nio (NYSE:NIO) han sido duramente golpeadas por la venta masiva de acciones tecnológicas, y el informe trimestral publicado a principios de esta semana no ha sido de gran ayuda a la hora de mejorar la confianza. La acción se encuentra ahora en territorio bajista, habiendo retrocedido un 35,7% desde el máximo del 10 de febrero de 64,60 dólares.
¿Está justificada la venta masiva de las acciones? ¿Se ha encendido la luz roja de los fundamentos para los inversores que acudían en masa a las acciones antes de la actual crisis?
Los máximos de 2020: La pandemia de la COVID-19, que estalló a finales de 2019 y devastó las economías mundiales durante gran parte de 2020, resultó ser una bendición para algunas empresas que se beneficiaron de la adversidad.
Nio, un fabricante de vehículos eléctricos (VE) de lujo, debería haber sufrido un gran impacto durante el año, ya que los usuarios con problemas de liquidez prefirieron reprimirse de hacer compras de alto valor. La compañía tuvo su etapa de desesperación en los primeros dos meses de 2020. Lejos de estancarse por el entorno geopolítico adverso, la startup de coches eléctricos optó por ser proactiva. De este modo, anunció varias ofertas innovadoras de productos y servicios.
Las entregas continuaron su marcha ascendente a lo largo del año, con el carismático director ejecutivo de Nio, William Bin, atribuyendo esta fortaleza al creciente reconocimiento de su marca prémium, los productos y servicios competitivos y atractivos, la red de ventas en expansión y, más importante, al apoyo de su apasionada y leal comunidad de usuarios.
Nio entregó 43.728 vehículos para el año 2020, lo que representa un aumento interanual del 111%.
Asimismo, la empresa logró controlar los costes dando un impulso a los márgenes. También logró movilizar las finanzas a través de una combinación de capital, deuda e inversiones estratégicas, eliminando un riesgo existencial clave al que se enfrentó en 2019.
Rápidamente, la acción comenzó a descontar la mejora fundamental y cerró el año pasado con una ganancia superior al 1.100%. El fuerte rally disparó la valoración a altos niveles, y algunos escépticos comenzaron a cuestionar la exuberancia irracional de la acción.
Fundamentos, pausa de acciones a principios de 2021: Nio arrancó el año con buen pie, ya que continuó registrando entregas mensuales récord en enero. La acción subió a una cifra récord de 66,99 dólares el 11 de enero, como reacción a los anuncios que hizo la compañía durante el Nio Day anual celebrado el 10 de enero.
A partir de entonces, ha sido un viaje lleno de baches para las acciones. Desde principios de febrero, éstas se han visto atrapadas en el vórtice de la venta del sector tecnológico. A propósito, el líder del mercado y pionero de los vehículos eléctricos Tesla, Inc. (NASDAQ:TSLA) tampoco se salvó. Desde que alcanzó el máximo histórico ajustado por división de 900,40 dólares a finales de enero, las acciones de Tesla han retrocedido más del 30%.
Los inversores de Nio estaban depositando sus esperanzas en un informe estelar del cuarto trimestre para sacar las acciones de los bajos niveles. No sería así. Las acciones mantuvieron su mala racha a pesar de que el fabricante de VE informó de ingresos de 1.000 millones de dólares para el trimestre y vio una expansión en los márgenes brutos.
Los detractores se apresuraron a destacar la pérdida mayor de la esperada y la caída intermensual en las entregas.
Tal y como lo describió el analista de Deutsche Bank Securities, Edison Yu, el bajo rendimiento en el resultado final tuvo que ver con las pérdidas de divisas, a consecuencia de un dólar más débil.
Aunque inicialmente Nio no explicó la debilidad registrada en febrero, más tarde, aclaró en una publicación de blog que la semana de vacaciones del Año Nuevo Lunar que tuvo lugar en ese mes jugó en su contra.
“La mayoría de los empleados reciben siete días libres como festividad de carácter público para pasar tiempo con sus familias, aunque las celebraciones pueden durar más de dos semanas en todo el país. La mayoría de las fábricas estuvieron cerradas durante semanas, y muchos productos que dependen del envío y la fabricación podrían haberse retrasado”, declaró Nio en la publicación.
¿Se prevé una recuperación a futuro? La compañía tiene varios catalizadores a futuro, incluido el lanzamiento de su primer sedán, llamado ET7, y su plan para expandirse a Europa este año. La compañía también está haciendo un progreso sólido con respecto a su sistema avanzado de asistencia al conductor, su tecnología de baterías y estaciones de cambio de baterías.
Con la creciente aceptación de su oferta de batería como servicio y su conducción autónoma como servicio recientemente anunciada, la compañía ha sentado las bases para flujos de ingresos recurrentes.
Aparte de esto, la atractiva oportunidad que presenta el floreciente mercado de vehículos eléctricos, tanto a nivel nacional como mundial, resultará beneficiosa para la empresa. No se puede negar el hecho de que la fabricación de VE se está convirtiendo en un campo concurrido. Sin embargo, los pioneros como Nio tienen una ventaja, dada su experiencia en hacerlo en las primeras etapas.
Los inversores pacientes, que están dispuestos a sobrellevar los tiempos difíciles, podrían recibir grandes recompensas cuando las cosas se calmen.
Las acciones de Nio cerraron con una caída del 5,5% para cotizar a 39,28 dólares, y las acciones cayeron por debajo de los 40 dólares por primera vez desde mediados de diciembre.