China aumenta la urgencia de cubrir la demanda eléctrica del país con fuentes que no emitan carbono

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– El objetivo de la neutralidad de carbono de China aumenta la urgencia de cubrir el 100% del crecimiento de la nueva demanda eléctrica del país con fuentes que no emitan carbono

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BEIJING, 15 de enero de 2021 /PRNewswire/ — Hoy, el Rocky Mountain Institute (RMI) y la Energy Transitions Commission (ETC) lanzaron el informe China’s Zero-Carbon Electricity Growth in the 2020s: A Vital Step Toward Carbon Neutrality, que destaca tanto la oportunidad como la urgencia de cubrir el crecimiento de la demanda eléctrica en China casi totalmente a partir de fuentes que no emitan carbono. El informe subraya un escenario para 2030 que demuestra que la generación de saldo cero de carbono es económica y tecnológicamente viable en China. Subraya también las recomendaciones para políticas y un plan para llevarlas a cabo durante el 14.ª Plan a cinco años.

El 22 de septiembre de 2020, el presidente Xi Jinping anunció que China luchará por llegar al máximo de emisiones antes de 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060. Este nuevo compromiso climático es un paso crítico hacia delante en la lucha mundial contra el cambio climático y refleja la determinación de China por ofrecer el liderazgo global responsable. La clave para lograr este objetivo es electrificar la economía lo máximo posible y asegurar que casi toda la electricidad se genera desde recursos de carbono cero mucho antes de 2060. La estrategia apropiada compatible con el objetivo de neutralidad en carbono a largo plazo de China debería ser asegurar que casi todo el crecimiento en la capacidad de generación de electricidad de China es neutro en carbono, sin ninguna nueva inversión en carbón. 

El informe evalúa un escenario de inversión neutro en carbono para 2030 alineado con lo que se necesita para descarbonizar el sector de la energía de China para 2050, y asume que:

  • El suministro eléctrico alcanzará 11.000 TWh para 2030, una subida del 54 por ciento sobre los niveles actuales.
  • No se añadirá ninguna nueva capacidad en carbón más allá de 1.041 GW operativos en 2019, pero hay un ligero incremento en la generación de carbón debido a que los activos existentes se utilizan con más intensidad.
  • Considerando la economía cada vez más competitiva de las renovables, la capacidad eólica y solar alcanzará 1.650 GW en 2030, contribuyendo un 28 por ciento a la generación total en ese año.
  • La generación de combustible no fósil total llega al 53 por ciento del total, ligeramente por encima del objetivo del 50 por ciento propuesto por el gobierno chino en 2016.

Según los análisis del RMI y la ETC, el escenario de inversión de cero carbono para 2030 es económica y tecnológicamente viable. En China, las renovables y otros recursos de generación de cero carbono son o serán la manera más rentable de cubrir la creciente demanda eléctrica que permite el cambio desde nuevas inversiones en carbón.  

El sistema eléctrico de China también puede continuar operando efectivamente con niveles más altos de renovables descritos en el escenario de 2030. El sistema eléctrico puede gestionar la mayor variabilidad asociada con una cuota mayor de energía eólica y solar aumentando las interconexiones entre provincias y aumentando la flexibilidad de la red retroalimentando la generación de carbón e hidráulica existente. Las reformas al mercado y la red eléctrica también tendrán un papel importante.

Dado que es económica y técnicamente posible que China cubra todo el crecimiento futuro de su suministro de energía a partir de fuentes que no emitan carbono, es esencial que las políticas, especialmente el 14.º Plan a cinco años, se alineen con un objetivo de crecimiento neutro en carbono.  Un claro objetivo cuantitativo permitirá a las industrias del desarrollo y suministro eólico y solar de Cina lograr las economías de escala y los efectos de la curva de aprendizaje que hacen posible las reducciones en los costes. Los objetivos podrían también requerir cambios políticos de cuatro pilares: mecanismos para incentivar la inversión en renovables, reformas de mercado y red eléctrica para apoyar la energía flexible, procesos de planificación actualizados para alinearse con el crecimiento renovable y una mejorada regulación técnica para mejorar la fiabilidad del sistema.