La empresa con sede en Silicon Valley, Ripple Labs Inc, que se encuentra detrás del desarrollo del protocolo de pago homónimo y la criptomoneda XRP (XRP), podría mudarse fuera de Estados Unidos debido a las limitadas directrices en el espacio de los activos digitales.
Chris Larsen, cofundador de la empresa, abrió las especulaciones con su comentario, “incluso estamos pensando en trasladar nuestra sede a una jurisdicción mucho más amigable”, según informó Cointelegraph.
El martes en el evento L.A. Blockchain Summit, Larsen expresó su disgusto al decir que Estados Unidos está “lamentablemente atrasado” en lo que se refiere al dominio de la moneda virtual y que la política de “regulación mediante reforzamiento” es perjudicial para la industria.
Lo que sucedió: Ripple podría trasladarse a países de Europa o Asia en última instancia, ya que estos tienen regulaciones menos estrictas para las criptomonedas. Reino Unido, Suiza, Japón y Singapur son algunos de los países que aparecieron en la lista de posibilidades del cofundador de Ripple, según Cointelegraph.
CoinDesk señaló que Larsen también había arremetido contra el gobierno federal por esquivar el asunto, mientras que China lidera las innovaciones de blockchain (cadenas de bloques) con su Yuan Digital.
Por qué es importante: Ripple está librando una batalla ardua contra los reguladores, mientras lidia con la falta de claridad regulatoria. Se enfrenta la mismo tiempo a demandas de inversores, que alegan que la criptomoneda XRP es un valor no registrado, mientras que las autoridades aún están considerando un tratamiento óptimo para el token. Solo Bitcoin (BTC) y Ether (ETH) son criptomonedas que gozan de un estado de exención especial de la ley de valores de Estados Unidos debido a su naturaleza descentralizada, según Fortune.
Libra, la criptomoneda de Facebook Inc (NASDAQ:FB) también se ha enfrentado varias complicaciones seguidas. Los primeros miembros del proyecto Libra, como PayPal Holdings Inc (NASDAQ:PYPL), Mastercard Inc (NYSE:MA) y Visa Inc (NYSE:V) se retiraron el año pasado por temor a presiones regulatorias.
Foto de Marco Verch en Flickr.